Pienso que no soy el único que no se aclara con las consecuencias que el Brexit tiene para nuestra pesca. Las opiniones que llegan de los profesionales del sector no son nada buenas, cosa que contrasta cuando empiezan a concretar por especies de pescado y, reconociendo que la merluza sale perjudicada, no ocurre los mismo con la xarda, el jurel y el lirio. A nivel oficial ocurre otro tanto, mientras la Xunta califica de “duro golpe” lo acordado en el Brexit para los pescadores gallegos —millones en pérdidas, dicen—, el gobierno central ve bueno el acuerdo para el sector pesquero. Así se entenderá mi desconcierto en este tema. De lo que no dudo es de la potencia del sector vacuno en Galicia, y en concreto de la producción láctea a pesar de los bajos precios de que se quejan los ganaderos y de las malas artes que practican algunas firmas. Solo con pasearse por las proximidades de Mazaricos (A Coruña) y zonas de Lugo es palpable la bonanza del ganado en los pastizales, superficie que por cierto quiere incrementar la Xunta. Y otro sector en auge ahora es el forestal, donde se pronostica que aún hay margen para un crecer el 50% —sí, el doble— al aumentar la demanda de madera en toda Europa. No todo van a ser desencantos y penalidades.