La Ciudad de las TIC, impulsada por la Universidade da Coruña y el Clúster que agrupa a empresas y profesionales de las Tecnologías de la Información y las Comunicaciones (TIC), va tomando forma. El proyecto dio sus primeros pasos a finales de 2018 a iniciativa de la institución académica coruñesa, de la mano de su rector Julio Abalde, por la gran demanda de este sector emergente que da empleo en Galicia a 22.000 trabajadores, 16.000 de ellos en el ámbito privado y 6.000 en el público.

La posibilidad de disponer de un espacio como el de Pedralonga, ocupado por la antigua fábrica de armas y cedido por el Ministerio de Defensa, ha sido aprovechada, tras algunos titubeos iniciales, por todas las administraciones. El plan es un buen ejemplo de la tan demandada colaboración entre lo público y lo privado y una muestra del servicio que puede suponer una institución académica a la comunidad en la que está inmersa con la mirada larga.

Expertos en telecomunicaciones destacan que España está bien situada para tener un papel relevante en la revolución 5G en Europa, si bien en la transferencia del conocimiento a la industria hay mucho que avanzar. Esto es precisamente lo que se busca corregir en la Ciudad de las TIC. El complejo pretende ser un catalizador de la industrialización, en continuo retroceso en nuestro territorio; contribuir a retener talento local y atraer el foráneo, así como dinamizar otros sectores como el textil, el logístico o el alimentario.

Al menos diez empresas habían confirmado hace un año su intención de participar en el Centro de Servicios Avanzados de la Ciudad de las TIC, la primera instalación que está previsto empiece a funcionar dentro del complejo en 2022. La Xunta aportará 4,82 millones de euros, el 80% de su coste total; el Concello colaborará mediante la adecuación de los accesos y la Universidad cederá el suelo. Esta primera instalación pretende ser un espacio de laboratorios para el desarrollo de proyectos tecnológicos con zonas comunes y coworking.

Hace dos semanas el rector le expuso el proyecto a la vicepresidenta segunda y ministra de Asuntos Económicos y Transformación Digital, la coruñesa Nadia Calviño. Julio Abalde planteó además que la Ciudad de las TIC sea la sede del Nodo de la Estrategia Nacional de la Inteligencia Artificial. Argumentos no le faltan al rector. Como lo son el peso investigador y docente de la Universidad coruñesa en Informática e Inteligencia Artificial, campos que lidera en Galicia, o la importancia de la empresas tecnológicas gallegas en A Coruña, que dan empleo a casi 8.000 trabajadores.

La institución académica coruñesa cuenta con el 74% del profesorado gallego de Ciencias de la Computación e Inteligencia Artificial y con más de la mitad del alumnado y de los títulos en Informática de las tres universidades gallegas. A esto se añade que el Centro de Investigación en Tecnologías de la Información y Comunicación (Citic), situado en el campus de Elviña, es el primer centro singular gallego en este campo y concentra a casi la mitad de los investigadores. También es el de mayor alcance en Inteligencia artificial, materia en la que está especializado así como en ciencia e ingeniería de datos, computación de altas prestaciones, servicios y redes inteligentes y ciberseguridad,

El tibio respaldo inicial del Gobierno gallego a este proyecto ha girado hacia un apoyo claro, como lo demuestra la inclusión del mismo entre los candidatos a optar a los fondos Next Generation por una cuantía de 55 millones de euros.

La pandemia ha acelerado cambios tecnológicos pendientes, modificado sistemas de trabajo y ha puesto de relevancia el papel esencial de las nuevas tecnologías. Por eso es una buena noticia que más de una treintena de empresas, grandes y pequeñas, de este sector emergente hayan expresado su interés por instalarse en las primeras naves. En un periodo de dañina crispación política y de tantas incertidumbres en múltiples frentes, resulta esperanzadora la colaboración público-privada en torno a este proyecto, que habrá de mantenerse en el tiempo para hacer posible que A Coruña se convierta en un polo referente de innovación tecnológica.