Marruecos, España, Iraq y en menor medida Egipto, Italia, Turquía, Francia, o Hungría son algunos de los escenarios por los que se mueve nuestro joven protagonista, Ismael, en su lucha en los distintos vericuetos de la vida de la mano del periodista Jaime Barrientos mientras busca el arma del conquistador macedonio Alejandro Magno. Considerado como uno de los autores que hay que tener muy en cuenta al hablar o escribir sobre ciertos temas, Barrientos nos sumerge en un mundo en el que viven a diario multitud de chicos, algunos de los cuales han formado y forman parte de nuestra historia, de esa relación España-Marruecos que en ocasiones olvidamos. Y no solo eso, también mezcla lo que a él mismo parece haberle ocurrido y muchos y muchas no cuentan en sus crónicas periodísticas.

Su autor utiliza varios géneros y dan ganas de coger un billete de avión y marcharse a los lugares descritos en la misma, sitios que muchos conocemos por la gran pantalla, pero su obra nos los acerca como si estuvieran aquí al lado. Quizás las distribuidoras no han estado a la altura o a lo mejor incluso la propia editora del mismo, junto con el autor, tras estar pasando algo que viene siendo lógico, ese raro enfrentamiento entre Marruecos, el Frente Polisario y España, tan de actualidad en estos días. Esta obra nos habla de la seriedad y la ironía, unos elementos que forman parte de nosotros mismos. Un ejercicio tanto literario como periodístico, algo que echamos en falta en esta época que nos ha tocado vivir. Pero no podemos olvidarnos, como ha hecho el catedrático de Derecho Constitucional de la Universidad de Santiago de Compostela Carlos Ruíz Miguel, que ha puesto un grito en el cielo al ver tanta mala fe por parte de algunos. Sus obras, como las del propio Barrientos, son una clara muestra de ello, así como los distintos medios para dar información al lector y a los interesados, creando con un grupo de interesados una plataforma, es decir, un Centro de Estudios sobre el Sahara Occidental, donde pretenden informar de lo que pasa a mucha distancia de nosotros y dar a conocer esas informaciones que no llegan en ocasiones... Uno de nuestros veteranos en el oficio del periodismo desde Beirut, Tomás Alcoverro, titulaba una de sus crónicas muy acertadamente con Aquel Sahara y el profesor Alberto Maestre, igual que nuestros autores, denunciaba tantos desconciertos en su Un pueblo abandonado. Los engaños en la descolonización del Sahara Occidental, de reciente aparición.

La obra de Barrientos tiene seriedad e ironía... Es un ejercicio tanto literario como periodístico fruto del bagaje cultural de quien lo escribe... Disfraza con nombres falsos pero sabiendo quiénes son sus verdaderos personajes y protagonistas. Historia, narrativa de la buena... ¿Falta algún elemento? Y como en las buenas series, contará él mismo a lo mejor... con una segunda parte. Una editorial que esté a la altura de la obra y ambos encuentren la Espada de Alejandro que todos llevamos dentro.