¿Somos mamíferos distintos adaptados a diversas formas?, como se ha preguntado Richard Dawkins o como apunta el profesor Óscar Pujol Riembau. “La tradición occidental ha prestado poca atención a la mente” y La Maitri Upanisad lo dice claramente: “Cada vez que el hombre tiene pensamientos como Yo o Mío se encadena asimismo con su Yo más bajo como un pájaro es atrapado en una trampa”.

Fue a los 23 años cuando un joven Ken Wilber dijo aquello de “yo soy un pandit no un guru” y publicó una obra que daría mucho que hablar, El espectro de la Conciencia. Un volumen dividido en dos partes, Evolución e Involución. Según sus propias palabras, “cuando, a lo largo de todo el libro, nos referimos a la conciencia como un espectro o cuando digamos que está compuesta de distintas bandas o niveles vibratorios, el lector deberá tener muy en cuenta que estaremos hablando en un sentido estrictamente metafórico”. A lo que añade: “Recordemos que ya el taoísmo diferencia entre conocimiento convencional y conocimiento natural; que el hinduismo nos habla de un conocimiento inferior y del conocimiento superior: que lo mismo hace de un modo u otro la literatura mística occidental y que William James (dentro ya del campo de la psicología occidental) establece también la diferencia entre conocimiento conceptual y el conocimiento intuitivo”. Aldous Huxley, considerado uno de los escritores más importantes del siglo XX, llegando a alcanzar la fama mundial con la novela Contrapunto en 1928 y trabando amistad con J. Krishnamurti (a quién le haría el prólogo para su Libertad Primera y Última), publica en 1944 su Filosofía Perenne, marcando así a muchas generaciones con una serie de concepciones tanto religiosas como filosóficas. Nos encontramos rodeados de autores que han intentado unir dos conceptos en ocasiones enfrentados, Oriente y Occidente, o lo que casi es lo mismo, espiritualidad y materialismo. En palabras del propio Huxley, “como hipótesis de trabajo hay una Divinidad, Fundamento, Brahman”. Y subraya: “El conocimiento de la Divinidad es la razón de la existencia humana y este es el camino, la Ley, el Dharma, el Tao que la Humanidad debe de seguir”. Nos hacemos la pregunta: ¿Qué piensan o han escrito unos u otros desde campos tan apasionantes como distintos en ocasiones como la antropología, la filosofía y la religión? Antes de entrar en la obra central de este artículo, debemos hablar de dos profesores, Fernando Tola y Carmen Dragonetti, quienes al realizar su estudio Filosofía de la India. Del Veda al Vedanta. El sistema Samkhya. El mito de la oposición entre el pensamiento indio y la filosofía occidental no solo conocen un solo sistema sino ambos. Al preguntar a algún profesor sobre los mismos se quedaban extrañados al oír la respuesta: “Un profesor italiano de Filosofía en Buenos Aires hace algunos años, enfáticamente afirmó que no había tal cosa como Filosofía de la India. Le preguntamos qué textos indios conocía en los cuales fundaba su tesis. Él nos contestó con cierto orgullo que ninguno”. Es ahora cuando a través de una traducción del editor Álvaro Enterría bajo el sello de Olañeta encontramos un verdadero tratado que a algunos les despejará de todas aquellas dudas existentes, pues su autor realiza una verdadera obra de consulta. En El científico y el Santo. Los límites de la ciencia y el testimonio de los sabios son multitud las voces que nos acercan a ese mismo conocimiento y a esa sabiduría y de una forma sumamente enriquecedora. Sus páginas están llenas de una información que su autor ha sabido recopilar de una manera magistral. Para Avinash Chandra, “este libro quiere mostrar (no demostrar, pues ninguna visión del mundo se puede demostrar) que el mundo es mucho más que lo que se puede describir en él científicamente, que el Universo es mucho más que su parte visible y mesurable, que el hombre es mucho más que un mono desnudo, que la consciencia —la característica fundamental del hombre— es mucho más que la actividad del cerebro”.

¿Nos engañan las palabras o son nuestras propias mentes las causantes de tantas e increíbles diferencias? Chandra, caminando entre dos mundos, ha creado una verdadera enciclopedia llena de términos con la intención de aclarar conceptos para una sana divulgación de los mismos como la parapsicología, la consciencia y el darwinismo dando paso al neodarwinismo, una primera parte que continúa con otra. La misma obra nos invita a leer otras como es el caso de Hasta el final del tiempo. Mente, Materia y nuestra búsqueda de significado en un universo en evolución, del profesor de Físicas y Matemáticas Brian Greene. Pero Chandra nos lleva a la visión espiritual y nos hace retroceder en el tiempo citando a grandes autores y a diversos sabios llevándonos las manos a la cabeza al leer las distintas páginas de sabios contemporáneos y no contemporáneos, pero observamos que esas enseñanzas siguen si se ven con claridad todavía vigentes y no son de uno u otro lado. Es tanta su profundidad repleta de conceptos enunciados por científicos y sabios... Los sabios parecen saber de antemano lo que van a decir o han dicho los científicos.

Para Victor E. Frankl, “la vida no es principalmente una búsqueda de placer, como creía Freud, ni una búsqueda de poder, como enseñaba Alfred Adler, sino una búsqueda de sentido”. Unos parecen estar absortos en grandes laboratorios llenos de máquinas y otros inmersos en un gran laboratorio que son ellos mismos. Suscribimos las palabras de Alfred North Witehead: “El futuro de la civilización depende de la manera en que las dos fuerzas más poderosas de la Historia, la Ciencia y la Religión se relacionen la una con la otra”. Estamos ante un mundo en que Chandra parece haber acompañado al joven Darwin ya citado en el Beagle alrededor del mundo cuando éste contaba 22 años. Todos, es cierto, buscamos una realidad, pero ¿y si ya estamos en ella?