La Opinión de A Coruña

La Opinión de A Coruña

Juan José Millás

el trasluz

Juan José Millás

Sospecha

Cada día, de manera insensible, voy cediendo mis responsabilidades al móvil. Él sabe, por ejemplo, dónde estoy en cada momento porque le he dado permiso para que lo sepa. De ese modo no tengo que preocuparme yo. Ayer, durante un viaje en coche, paré a estirar las piernas en algún punto de la geografía completamente desconocido para mí. Le pregunté a Siri dónde estábamos y me lo dijo con una exactitud milimétrica. Podría haber enviado a alguien mi localización para que viniera a buscarme y no se habría desviado ni medio metro del sitio en el que le esperaba. Antes de tener un móvil inteligente, yo sabía dónde me hallaba en cada instante. Supongo que lo sabía en defensa propia, porque tengo pánico a perderme. Hansel y Gretel es uno de mis cuentos preferidos porque habla de los peligros de extraviarse en el bosque. El bosque es la metáfora de la vida. La vida te da mil oportunidades diarias para descarrilar. Es un milagro que consigamos volver a casa cada noche. Yo siempre me detengo delante de la puerta, antes de entrar, y me pregunto si será de verdad mi casa, si mi llave encajará en la cerradura, pues todas las casas y todas las llaves son prácticamente iguales. A veces le pregunto al móvil y me confirma que sí, que estoy frente al número tal de la calle cual, que coinciden con mi dirección. He leído mil veces Hansel y Gretel y las mil veces ha logrado estremecerme.

Le pregunto a mi psicoanalista si ella tiene un móvil inteligente que le permita saber en cada momento dónde está.

–No uso el móvil para averiguar dónde estoy —responde.

–¿Cómo sabe entonces que ahora está usted en una consulta de Madrid y no en un apartamento de Nueva York? Los edificios que se ven desde la ventana parecen neoyorkinos.

–¿Ha dejado usted la medicación? —me pregunta medio en broma, medio en serio.

Prefiero no seguir hablando del asunto porque me doy cuenta de que esta ignorancia respecto a la propia ubicación es un problema mío. Sospecho a veces que vivimos en un decorado idéntico al de nuestra anterior vida y que nadie, excepto yo, se ha dado cuenta. De hecho, al salir de la consulta le he preguntado a Siri dónde estaba y me ha dicho que estaba en otro sitio muy alejado de donde trabaja mi terapeuta.

Compartir el artículo

stats