La Opinión de A Coruña

La Opinión de A Coruña

Ana Bernal Triviño

Más allá de Will Smith

El asunto de Will Smith ha dejado una semana decepcionante por más de una valoración. Leí decenas de comentarios que lo validaban y decían que no había otra forma de reaccionar. No pensaban que podía haberse levantado de la ceremonia o esperar a recoger el Oscar para lanzar un discurso más contundente que aquella agresión.

El propio hijo de Will Smith escribió en Twitter a las pocas horas: “Nosotros resolvemos así las cosas” y numerosos mensajes lo apoyaban. Él demostraba cómo las actitudes se aprenden de padres a hijos. ¿Vamos a una sociedad del ojo por ojo? ¿Se le justifica solo porque es Will Smith y la opinión sería diferente de ser un espontáneo? Luego nos sorprenden los casos de bullying en los colegios pero, ¿de dónde aprenden esos menores a agredir a otros? De los adultos.

De aquí deberíamos sacar, al menos, unas ideas claras. Lecciones como reconocer cuándo nuestras reacciones son equivocadas. Que no vale decir que el amor justifica todo cuando no sabes manejar tu ira. Que no nos poseen los demonios, porque cada persona somos las únicas responsables. Que el humor con la enfermedad no procede pero que la violencia de unas palabras no se responde con más violencia. O que si Will Smith, como tantos otros, no ha superado un trauma en su infancia, como es la violencia de género, es porque se minusvalora este problema. Sería la oportunidad de recordar que las consecuencias de ello, si no se tratan, las sufren para siempre. Lo digo también porque aquí mismo muchas veces se ponen por delante los derechos de un padre maltratador sobre el interés superior de los menores.

Quizás este titular ha hecho leer este artículo. Así que lo uso como gancho y aprovecho para recordar que acabamos de cerrar el tercer mes del año, y que ya son ocho las asesinadas por violencia de género en nuestro país. 1.134 desde 2003. Lo digo porque todo este asunto de Smith ha provocado mucha más reacción que cuando asesinan a una mujer. Eso, como sociedad, también nos lo tenemos que hacer mirar.

Compartir el artículo

stats