La Opinión de A Coruña

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Matías Vallés

Al azar

Matías Vallés

Votar a Mélenchon y a Marine Le Pen

La cuestión previa deja bien claro que Macron ganará holgadamente la segunda vuelta de las presidenciales francesas, sobreponiéndose a su aire insufrible de primero de la clase. El liberalismo arrogante derrotará a la extrema derecha amable, aunque ya resulta escalofriante que se compare el potencial de crecimiento de ambos frentes. A partir de aquí, y dado que se aproxima el Gobierno PP/Vox en Madrid, también cabe destacar que quienes destacan que Le Pen se ha hecho tolerable para capas más amplias de la población, se están rindiendo a la corriente de simpática aceptación del lepenismo.

“Francia gravita hacia los extremos”, se asusta el New York Times sin precisar que las dos extremidades son la misma porque el populismo es una realidad esférica. Para mantener un mínimo de emoción, durante dos semanas se especulará si se puede votar a Mélenchon y a Le Pen por este orden y no estar loco. El tránsito equivale a saltar del rojo al azul de la bandera francesa sin pedir disculpas, y el solo planteamiento de esta cuestión se traduce en que el voto creciente a Vox no procede en exclusiva de PP y Ciudadanos. De nuevo, la clave no radica en la victoria imposible, sino en la aceptación creciente de posturas radicales imprescindibles para gobernar. Los abultados 82 a 20 de Chirac a Jean-Marie Le Pen en 2002, y 66 a 34 de Macron a Marine Le Pen en 2017 son historia irrepetible.

Tratándose de Francia, los perdedores merecen mayor atención que los victoriosos. En el país más culto del mundo civilizado, los equivalentes a PP y PSOE se han disuelto como si los hubieran metido en ácido. En las elecciones francesas ha saltado por los aires el cordón sanitario a Vox, ya solo la antipatía de sus dirigentes los separa de la benevolencia gala hacia Le Pen. Como bien dijo Errejón tras las andaluzas, uno de cada tres franceses no es de extrema izquierda. Esta evidencia refresca el axioma reciente de que, cuando una elección está igualada, se produce el resultado contrario al más probable. Pese a ello, será Macron.

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