Una de las tareas de este reportero es patrullar la ciudad en busca de noticias ante la insaciable demanda de novedades por parte de los lectores de este diario. En uno de sus paseos pudo comprobar que hay objetos que pueden parecer de poco valor o completamente inservibles, pero que con el paso del tiempo se les coge algún valor sentimental. Es el caso de un mapamundi que está expuesto en el escaparate de una agencia de viajes situada en el centro de la ciudad. Mínimo tiene cerca de tres decenios de vida, ya que en él figura la antigua Yugoslavia. Ahí está, como un particular tesoro que posee este establecimiento.