El mercado de San Agustín, que los lunes no suele tener mucha actividad por la falta de pescado fresco, vivió ayer un inicio de semana atípico y es que, cuando ya las placeras estaban a punto de recoger sus puestos, empezaron a corretear unas clientas que se afanaban en inflar globos y en adornar una de las paredes de la cantina A Parva, para celebrar la preboda sorpresa de una de sus compañeras de trabajo. Cuando ya estaba todo listo y los novios a punto de llegar, otra fiesta eclipsó la celebración: el cumpleaños de una de las conserjes, a la que felicitaron las placeras con música por megafonía. Como muestra de compañerismo fiestero, los prebodistas cantaron a la trabajadora.
SI NO LO LEO NO LO CREO