La Opinión de A Coruña

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José Manuel Ponte

Inventario de perplejidades

José Manuel Ponte

Funciona la fórmula de Feijóo

El espectacular corrimiento de votos que otorgó la mayoría absoluta al PP en las elecciones autonómicas de Andalucía tiene muy entretenidos a los sociólogos, ya que nadie —excepto el señor Michavila— supo anticipar el resultado final, 58 escaños. Eso le permite al candidato, Juan Manuel Moreno Bonilla, gobernar sin necesidad de pactos con la ultraderecha de Vox, que es lo que se temía. Y más aún después de que su cabeza de cartel, la inefable Macarena Olona, hubiese planteado el chantaje de no apoyar en el Parlamento regional la elección de Moreno Bonilla como presidente, aunque solo le faltase un voto para alcanzar la mayoría absoluta. Como si eso no conllevase también su entrada en el futuro ejecutivo como vicepresidenta. Más chulería, imposible.

Pero el triunfo arrollador de Juanma aún trajo más beneficios, seguramente no buscados. La derrota del PSOE en su feudo tradicional no tiene precedentes, pero servirá para renovar el partido y dar por superado aquel argumento demagógico del “voto cautivo”. Como si los andaluces fueran unos idiotas irredentos que solo votaban lo que los caciques y los latifundistas les ordenaban. Lo que queda ahora por averiguar es si Sánchez I el Atrevido ha entendido el mensaje de las urnas y, a riesgo de romper o dejar cojo su Gobierno de coalición, aprovecha el tiempo que le queda hasta las elecciones generales (de las que solo él tiene el botón nuclear) para afianzar la Sanidad y la Educación públicas, entre otros servicios indispensables. Es decir, si se comporta como un auténtico socialdemócrata en los hechos concretos, por ejemplo, cubriendo las bajas en las plantillas de la Atención Primaria. Y lo mismo en Ciencia y en Educación. ¿Será tan difícil rescatar de las autonomías los 17 sistemas de salud que le hemos entregado graciosamente, para facilitar su paulatina privatización? O por el contrario, ¿va a dedicarse a financiar el envío de armamento a la guerra de Crimea? O hacerse fotos con los asistentes a la cumbre de la OTAN en Madrid para presumir de anfitrión de una organización defensiva, aunque se comporte de hecho como una organización ofensiva.

Pero volvamos a los resultados de las elecciones andaluzas. Los sociólogos, tras escudriñar minuciosamente las papeletas, han dictaminado que a la izquierda del PSOE hay un territorio ignoto habitado por tribus que guerrean entre ellas sin descanso. Un conocido brujo coletudo, antes de retirarse a las tertulias a meditar, dio el nombre de una mujer llamada Yolanda como posible sucesora suya. La designación funcionó durante un tiempo (el brujo coletudo gozaba de autoridad entre los jefes y jefas de las tribus) pero al poco el brujo coletudo se cortó el pelo, perdió toda la magia que conservaba y empezó a renegar de Yolanda y de sus proyectos de futuro que, al parecer, no compartía. Todos los que han estudiado comportamientos tribales, saben que organizar a esa clase de entidades (a veces formadas por solo una o dos personas) es una tarea imposible. Dice Yolanda, tras escuchar lo que le dice la gente, que el porvenir es grandioso. Eso me temo.

Y quede para otro día el análisis de los beneficios que este resultado puede representar para Núñez Feijóo. Ya que Moreno Bonilla ha seguido al pie de la letra su conocida fórmula electoral. Desaparición de siglas y banderas del PP, bajar la música y ausentarse de la fiesta antes de que aquello se convierta en un botellón. Y hablar mucho de moderación aunque uno no sea moderado.

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