La Opinión de A Coruña

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Tino Pertierra.

Solo será un minuto

Tino Pertierra

Síndrome: esto es el colmo

Pues es normal que la anormalidad esté siempre al acecho y amenace día sí y otro más con llenarnos la vida de contenidos vacíos, trancas de naufragios, éxitos banales y tragedias que se empujan unas a otras para ocupar el zigzag del frente runrún. Nos movemos dominados por el síndrome de esto es el colmo. Indignados con desmanes políticos que a unos les indignan y a otros les resbala como reacción visceral contra el enemigo en el circo del enfrentamiento ideo(i)lógico. ¿Por qué llaman ideología a los fregados de cerebro? Las cenizas de la convivencia y la lucidez caben en una urna muy pequeña y líodegradable. Sigamos empeñados en seguir al borrego de oro de los famosos que lo son no porque hagan algo que merezca mínimamente la pena sino porque se dedican a despellejar al prójimo desde el histrionismo más bravucón en rosa. Nos hemos aficionado al confortable estado del malestar donde el horror termina siendo emocionalmente manejable y las tragedias pierden fuerza a medida que se convierten en entremeses de trivialidades, cruces encorajinados de tertuliantes en busca de sus minutos de ruido y furia. Las mejores escuelas para parlamentaristas son las gradas de los estadios y los campos de pantalla encarnizada de las redes sociales en las que por cada comentario valioso aparecen millones de demostraciones de odio, resentimiento, sectarismo, desprecio y pongan ustedes aquí los adjetivos más contaminantes que se les ocurran. Este mundo colmado de inmundicias y algoritmos fisgones avanza a asaltos agigantados hacia un futuro cochambroso mientras los poderes plenos extienden el lodazal del egoísmo y la injusticia sin trabas, y la Cultura mayúscula como vacuna contra la indecencia y la indiferencia se enjaula, no vaya a curarnos del letargo y la resignación.

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