La alemana Von der Leyen, presidenta de la Comisión Europea, antigua colaboradora de Merkel, pertenece al Partido Popular Europeo, que es mayoritario en le Europarlamento. Y lo cierto es que está demostrando una fuerte personalidad, un admirable sentido del equilibrio y una capacidad de iniciativa relevante, como quedó probado con la lucha contra la pandemia, en que Bruselas organizó con agilidad la adquisición de vacunas y de material sanitario.
Pues bien: la franqueza de Von der Leyen está poniendo en evidencia al PP español. Ha habido varios desajustes pero el más reseñable, por pura oportunidad periodística, es el elogio que acaba de prodigar al gobierno español por las medidas de ahorro energético que ha adoptado por recomendación de Bruselas. La presidenta del gobierno europeo ha puesto como ejemplo a España, al indicar que junto a República Checa y Eslovenia, incluye restricciones del aire acondicionado en sus planes de ahorro energético. “Juntos, ahorramos energía para tener un invierno seguro”, reza el mensaje de la presidenta del Ejecutivo comunitario, que ha argumentado que el ahorro que calcula Bruselas poniendo un grado más alto el aire acondicionado es equivalente al consumo energético de un Estado miembro como Malta.
Lo chusco del caso es que el PP de Feijóo se ha abalanzado en tromba contra las medidas adoptadas por el ejecutivo español, propias —ha dicho— de un gobierno “autoritario”. El dislate es patente y ha puesto en ridículo a una oposición bisoña que no sabe ejercer su oficio y que no tiene sentido de la oportunidad ni de la medida.
