Comenzó el Mundial, un Mundial donde la reivindicación está en boca de todos, un Mundial donde la igualdad que hay entre las selecciones es la que demanda la sociedad para todos los rincones del mundo. Confiemos en que así sea.

En lo deportivo el partido inaugural no fue el mayor exponente de lo que esperamos los amantes de la pelota y, aun así, nos mostró una Ecuador muy solvente que resolvió en 30 minutos la dificultad del debut, sin muchos alardes es verdad, pero sin fisuras. Habrá que estar atentos al potencial de la Tricolor, la tercera selección más joven del Mundial.

Aquí, en España, como siempre, con el entorno más pendiente de los que no acuden a la cita y de los que han tenido que abandonarla. Entre todo el ruido mediático ha aparecido la brillante idea del seleccionador de comenzar a dar uso a las redes sociales, aun a sabiendas del poder de autodestrucción que estas también tienen. Con esta iniciativa, por un lado ha acercado la selección a los más jóvenes, con la naturalidad que le caracteriza y en el medio donde estos ahora invierten más tiempo. Al hacerlo también está centralizando todas las miradas sobre su figura, dando horas de contenido para el entorno y, lo más importante, liberando a sus futbolistas de parte de la presión previa que supone una cita mundialista.

Y ya regresando al terreno de juego, hoy, cuando debutemos, quedarán atrás los partidos de clasificación, los años de intensa preparación y solo hablará la pelota y lo que ocurra dentro del campo. Quizá no partamos como una de las favoritas, ni tengamos una estrella que acapare toda la atención, pero estoy convencido que la España del 1-4-3-3, con poder de atracción en el inicio, con indudable talento en la creación y con versatilidad en la finalización nos llevará a sentirnos identificados con nuestra selección.

Y mi convencimiento radica en que no es la primera vez que lo consiguen, ni será la última porque estamos ante el claro ejemplo de un equipo de autor. Lo cierto es que, solo hace falta preguntar a los que están dentro o salir fuera de nuestras fronteras para poner en valor a nuestra selección.

Cuando acabe el partido y hasta el próximo streaming nosotros elucubraremos sobre el porqué de la alineación, cuestionaremos los cambios y nos dará tiempo a echar en falta a los que no están. Pero el Mundial habrá comenzado y ya solo restarán unos días para la siguiente cita.

Disfrutemos del espectáculo, que lo bueno se acaba rápido.