Opinión

El canto y el esfuerzo

¿Canta con más alegría el petirrojo (es mi héroe; pero hablo de los pájaros en general) cuando llueve que cuando sale el sol? Cabría pensar que sea solo una sensación por contraste del oyente humano, que se siente mejor con sol que con la lluvia. Pero a veces el pajarito muestra tal entusiasmo cuando llueve al borde ya del amanecer, perdiendo casi la compostura del canto, que no puede ser mera sensación. A fin de cuentas luz y agua hacen la vida, pero mientras el sol sale cada día, atenuado o no por las nubes, el agua nadie sabe cuándo caerá del cielo y tampoco lo sabe el petirrojo. Para encontrar la justa química entre luz y agua, o frío y calor, en busca de la mejor proporción para conquistar la alegría, muchos petirrojos pueden recorrer grandes distancias dos veces al año, de Norte a Sur y de Sur a Norte. Nuestra sociedad del bienestar es mucho más sedentaria, pero cantamos menos.

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