El valor de los editores

Durante la primera década del siglo XXI, a muchos les pareció que el futuro de la información pasaba por las plataformas digitales y no por los medios de comunicación. Facebook, Twitter o Instagram supieron conectar antes con las nuevas formas de consumo de las noticias por parte de los lectores convertidos en usuarios del móvil. Nos faltaron reflejos y muchos han pagado las consecuencias teniendo que malvender negocios que habían sido muy prósperos a sus acreedores, que no provenían del sector. Esta dinámica empresarial estuvo acompañada de un menosprecio intelectual hacia la figura de los editores. Mark Zuckerberg negó una y otra vez ante el Congreso de Estados Unidos su condición de editor cuando era y es la principal plataforma de consumo de noticias del mundo. Libertarios y ultraliberales presumieron de haberse liberado del yugo de los medios presuntamente al servicio de los más espúreos intereses.

El tiempo, casi siempre, pone a todo el mundo en su sitio. La compra de Twitter por parte de Elon Musk y el ridículo que ha hecho ha provocado que muchos cayeran del caballo. Los medios han, hemos, hecho el trabajo y nos hemos adaptado a las nuevas formas de consumo de la información. Y estamos siendo capaces de ponen en valor nuestro método de verificación con el que luchamos desde hace más de 200 años contra las mentiras que ahora se llaman fake news. Las noticias con denominación de origen liberan a los ciudadanos del ruido de los bulos. Algunas empresas, demasiados profesionales y pocos medios han caído por el camino. Otras padecen aún los vaivenes de sus nuevos propietarios que buscan la rentabilidad a corto plazo y se abrazan al primer gobierno que les pasa por delante. O se alejan de sus lectores y de su línea editorial por un puñado de anuncios. Pero hay editores que siguen al pie del cañón cambiando todo lo necesario para salvar lo esencial. Compensando pérdidas de hoy con los beneficios de antaño. Se dedican a editar información “como pilar fundamental de la libertad de expresión”. Así reza el reconocimiento que han hecho los Premios Aquí Europa a Javier Moll y Arantza Sarasola, los editores de Prensa Ibérica (grupo al que pertenece LA OPINIÓN A CORUÑA). No lo podríamos haber dicho mejor. Gracias.

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