Opinión | Mujeres

La historia de un día

1975 fue el Año Internacional de la Mujer. Así lo decidió la asamblea general de las Naciones Unidas con la intención de poner el foco sobre las desigualdades y las injusticias de las que, en mayor o menor grado, eran víctimas las mujeres de todo el mundo y mejorar su situación.

Por aquel entonces España estaba inmersa en la transición hacia la democracia y para las feministas, que habían recompuesto el movimiento en la clandestinidad, aquella conmemoración, que visibilizaba sus demandas históricas, debió de resultar especialmente estimulante.

1975 fue también el primer año en que la ONU celebró el Día Internacional de la Mujer, y a partir de entonces hasta hoy.

Lo de dedicar un día a las reivindicaciones de las mujeres venía de lejos.

En 1909 el Partido Socialista de los Estados Unidos organizó el primer Día Nacional de la Mujer, o al menos uno de los primeros. Para hacerlo eligió un 28 de febrero y en los años sucesivos, hasta 1913, mantuvo como fecha de la celebración la del último domingo de ese mismo mes.

Los antecedentes de esa primera convocatoria se remontan décadas atrás. En 1857, en Nueva York, parece ser que un 8 de marzo, las trabajadoras del sector textil se echaron a la calle bajo el lema Pan y rosas para reclamar mejoras laborales y el fin del trabajo infantil.

Unos años después, en 1888, al otro lado del Atlántico, estalló una huelga de cerilleras. Mujeres y niñas trabajaban en la fábrica de Bryant & May, en Londres, en condiciones de explotación laboral y abocadas a contraer graves enfermedades por el contacto continuado con el fósforo blanco, que manipulaban diariamente sin protección alguna.

En Estados Unidos continuaron las tragedias por las duras condiciones de trabajo en el sector textil. En el incendio de la fábrica de camisas Triángulo Shirtwaist, otra vez en Nueva York, murieron 123 mujeres y con ellas 23 hombres, la mayoría muy jóvenes e inmigrantes. Las empleadas en las grandes empresas del textil de todo el país estaban convocadas a una huelga. Para impedir que los empleados abandonasen sus puestos, los propietarios de la Triángulo Shirtwaist ordenaron el cierre de las puertas, se desencadenó un incendio y las consecuencias fueron fatales. Se databa el suceso un 8 de marzo de 1908, y así se vinculaba a él la celebración del Día de la Mujer, aunque parece que esa no era la fecha correcta, sino la del 25 de marzo de 1911.

Sea como sea, esos dos acontecimientos, la movilización de 1857 y la tragedia de 1908, son los que se citan más a menudo para explicar por qué se celebra el Día de la Mujer el 8 de marzo.

En 1910 se celebró en Dinamarca, en Copenhague, la II Conferencia Internacional de Mujeres Socialistas, a la que asistieron representantes de 17 países. En ella se decide convocar una vez al año un día dedicado a las mujeres, a sus derechos y sus reivindicaciones. La fecha elegida fue el 8 de marzo o entorno a ese día.

En 1911 ya hay varios países celebrando el Día Internacional de la Mujer, pero aquel año se celebró un 19 de marzo por la fecha en que se instituyó la Comuna de París, en la que las mujeres revolucionarias tuvieron un papel decisivo.

Y llegamos a 1913. Miramos hacia Rusia y nos encontramos a la dinastía de los Romanov festejando sus 300 años en el poder. Sus súbditos no estaban para muchas celebraciones y aquel año las rusas decidieron celebrar su Día Internacional de la Mujer clandestinamente, el último domingo de febrero.

Al año siguiente, en 1914, las mujeres europeas y estadounidenses convocaron jornadas de protesta, contra la guerra y por la igualdad de derechos, en torno al 8 de marzo.

Las rusas se declararon en huelga, pidiendo “Pan y paz”. Cuatro días después el zar abdicó y el Gobierno provisional que asumió el poder reconoció el derecho al voto de las mujeres. Aquello sucedió el domingo 23 de febrero, según el calendario juliano, que era el oficial en Rusia, y que trasladado al calendario gregoriano pasa a ser el 8 de marzo. Y parece ser que esa nueva coincidencia fue determinante para que este 8 de marzo, el 8-M, sea el día en que las mujeres se celebran, se felicitan por el camino recorrido y los logros alcanzados y reavivan su determinación de seguir avanzando hacia una sociedad más igualitaria, más justa, más digna y más feliz para todos.

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