Opinión

Por una sociedad justa y próspera: igualdad de género

Cada 8 de marzo la reivindicación de la igualdad de género ocupa el foco de la opinión pública. En esta ocasión, las mujeres que presidimos distintos parlamentos de Europa queremos unirnos al conjunto de voces que reclaman la igualdad plena entre hombres y mujeres porque la igualdad de género es uno de los consensos básicos de nuestras democracias y es a la vez una seña de identidad de Europa como proyecto político.

En 1979 Simone Veil fue elegida la primera presidenta del Parlamento Europeo. Desde entonces las mujeres europeas hemos logrado importantes avances a la hora de compartir el poder político. Ha aumentado el número de mujeres en los parlamentos y en los gobiernos. Que una mujer ostente la presidencia de una asamblea parlamentaria ya no es algo excepcional, como pudo serlo en 1979. Pero todavía nos queda camino por recorrer, como nos advierte el índice que elabora el Instituto Europeo de Igualdad de Género: sobre una escala de 100, que indica la plena igualdad en el ejercicio del poder político, la media de los distintos países de la Unión Europea se sitúa en el 60,2.

Cuando Mary Wollstonecraft dijo “me declaro en contra de todo poder cimentado en prejuicios aunque sean antiguos” señaló la raíz de la discriminación que han sufrido históricamente las mujeres y que aún hoy, a pesar de todos los esfuerzos, siguen padeciendo. La discriminación por razón de género tiene un carácter estructural porque se encuentra enraizada en pautas y modelos secularmente sexistas que han determinado la inferioridad de la posición social de la mujer. Tradicionalmente, las mujeres han experimentado múltiples formas de exclusión y cargas desiguales arraigadas en las reglas, organizaciones y decisiones sociales.

Para revertir todos estos obstáculos al libre desarrollo de las mujeres y a su plena participación en todas las esferas de la sociedad necesitamos unir fuerzas, desde nuestros parlamentos nacionales y la Unión Europea, para superarlos.

Una sociedad igualitaria es una sociedad justa. Porque luchar por la igualdad de género es luchar por la libertad. Por la libertad de las mujeres para vivir plenamente su vida, con autonomía, seguridad, dignidad y autoestima. Combatir la violencia de género en cualquiera de sus manifestaciones debe ser una prioridad para todos.

Una sociedad igualitaria es una sociedad próspera. Reducir la brecha de género redunda en mejorar el capital humano y la productividad. En pleno siglo XXI, nuestras economías basadas en el conocimiento y la innovación no pueden prescindir del talento y la creatividad de las mujeres. Por eso la igualdad es, y debe ser, una de las fuerzas económicas de nuestro tiempo.

En su discurso de toma de posesión ante el Parlamento Europeo, Simone Veil identificó como los retos de la Unión la paz, la libertad y la prosperidad y para alcanzarlos reivindicó la Europa de la solidaridad, de la independencia (fundamentalmente, en clave energética) y de la cooperación. En buena medida esa hoja de ruta sigue vigente y cobra plena actualidad al enfrentarnos a los retos planteados por la guerra provocada por Rusia.

La unidad en la respuesta frente a la agresión es la mejor defensa de nuestros valores como europeos; valores que alientan el coraje de las mujeres ucranianas. Defendemos nuestra identidad como una Unión de paz, libertad y prosperidad. Pero hoy también es el día para afirmar que sin igualdad no hay Europa. Que los hombres y las mujeres europeas aspiramos a construir nuestras democracias con iguales derechos e iguales oportunidades, con plena participación en todos los ámbitos de poder social, político y económico y con la visión de un futuro más justo para todos.

FIRMA:

Meritxell Batet Lamaña, presidenta del Congreso de los Diputados (España)

Stephine D’Hose, presidenta del Senado (Bélgica)

Eliane Tillieux, presidenta de la Cámara de Representantes (Bélgica)

Markéta Pekarová Adamová, presidenta de la Cámara de Diputados (República Checa)

Annita Demetriou, presidenta de la Cámara de Representantes (Chipre)

Urška Klakocar Zupancic, presidenta de la Asamblea Nacional (Eslovenia)

Viktorija Cmilyte-Nielsen, presidenta del Seimas (Lituania)

Alina-Stefania Gorghiu, vicepresidenta y presidenta en funciones del Senado (Rumanía)

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