Opinión

La batalla final de Trump

En medio de la preocupación por una guerra sin paz en el horizonte, solo faltaba abrir un nuevo frente: el anuncio de la candidatura de Donald Trump a un segundo mandato que las urnas y Joe Biden le arrebataron. Solemne, vestido con sus mejores galas, el personaje más histriónico que ha dado la democracia americana se presentó el pasado fin de semana en el congreso de los conservadores americanos para anunciar que está de vuelta y que quiere dar “la batalla final”.

En sus comparecencias hasta ahora ya había anunciado que entraría en la carrera electoral. Una anomalía, ya que nunca hasta hoy un expresidente se había presentado a unas primarias. O era reelegido o pasaba a la historia. No importa tampoco que esté pendiente de cuatro procesos, uno de ellos, tal vez el más grave, por amenazar el traspaso de poder en 2020 alentando un golpe de estado en un país donde la democracia es bandera. El pasado sábado, ante una audiencia activista —incluido Jair Bolsonaro— que llenaba en Maryland la conferencia de los conservadores, desveló que los procesos judiciales no serán más que una palanca para su campaña y que las citaciones lo único que van a conseguir es aumentar sus números en las encuestas.

El guerrero dijo estar de vuelta para hacer justicia a todos aquellos que se sienten traicionados. Lenguaje de guerra para una declaración que anuncia una campaña dura y larga, con mentiras, algunas ya avanzadas como el hundimiento económico del país o el avance de la inseguridad en la calle. Pero este apóstol del apocalipsis ha de pasar por unas primarias, y el partido, tras la perdida de la Casa Blanca y no avanzar en las elecciones de medio mandato, busca alternativas. Aunque muchos le siguen teniendo miedo, algunos se lanzan a la batalla. Ojalá también los votantes, primero para evitar que se imponga en las primarias, pero si fuera así, esperemos que demócratas y liberales acaben apartándolo de su batalla final.

Suscríbete para seguir leyendo