Opinión

Evitar el pánico, decir la verdad

Desconocemos, aún es demasiado pronto, las consecuencias financieras de la decisión del Banco Central Europeo (BCE) de subir los tipos de interés un 0,5%, hasta el 3,5%. A medio plazo el encarecimiento del dinero afectará aún más a las familias y empresas endeudadas. También repercutirá en futuros proyectos de inversión que quieren financiarse con bonos. A mayor riesgo, subirán más los precios. El recorrido al alza de los tipos en la Unión Europea (UE) está asegurado mientras no se acabe domando a la inflación. En el conjunto de la UE está desbocada en el 8,6%, con significativas diferencias entre países. Del 6% de España al 20% alrededor de la cual se mueven los países bálticos. En nuestro entorno: Alemania tiene un IPC del 9,2%, Francia del 7% e Italia del 10,7%. Cuando el BCE sube los tipos no piensa tanto en España como en esos países. Por comparar, la inflación en EEUU es del 6% y los tipos de interés se encuentran en el 4,5%. En el Reino Unido, con una inflación del 10%, los tipos están en el 4%.

La subida de tipos iniciada en 2005 fue el acicate que cimentó la explosión de la burbuja inmobiliaria y de otros activos generada a comienzos de siglo. Fue encender una cerilla inesperada que puso en evidencia el exceso de endeudamiento de aquella época. La sofisticación de los instrumentos de deuda y sus derivados habían inundado y contaminado el sistema financiero. Las consecuencias del terremoto ya son conocidas.

¿Se repite la historia? ¿La subida de tipos en la que están inmersos los bancos centrales van a descubrir nuevas miserias del sistema financiero mundial? Nadie es capaz de responder a esta pregunta por el momento.

La caída de SVB y First Republic en Estados Unidos más la decisión del Banco Central de Suiza de acudir al rescate de Credit Suisse, otorgándole préstamos por valor de 50.000 millones, son preocupantes, pero no da lugar para estallar en pánico. El uso de esta palabra se ha frivolizado tanto como el de euforia, como si los mercados fueran una competición deportiva.

Los sistemas estadísticos que tienen las autoridades monetarias —especialmente el BCE— para conocer el más mínimo detalle de los balances de los bancos, sus coberturas de riesgo y conexiones con el resto de entidades es hoy muy superior a los de hace 15 años. Los bancos intercambian todo tipo de cromos e instrumentos entre ellos. Aquella entidad que tenga un exceso de flujos diversos con Credit Suisse debe estar ya tomando decisiones para que el nivel de toxicidad sea controlable. Lo conoceremos pronto.

La transparencia y la cirugía sin anestesia, si es necesaria, es fundamental para aliviar temores. Comentarios gratuitos sobre las bondades del sistema financiero español y europeo carecen de credibilidad. No se pueden repetir los mismos errores que a finales de 2008. La autocomplacencia no sirve para nada. Tampoco está el patio para eufemismos. La guerra en Ucrania puede evolucionar hacia terrenos impensables y la guerra fría entre China y EEUU está para quedarse. Al menos, la pandemia está controlada.

Martí Saballs Pons es director de información económica de Prensa Ibérica

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