Opinión | un minuto

Brotes primaverales

He tenido que preguntar que tipo de árbol es el que casi roza con algunas de sus ramas los cristales del mirador de la habitación desde la que escribo. —Es un abedul, un bétula péndula— me contesta el amigo entendido; y sigue informándome que se trata de un árbol nórdico, se da mucho en Canadá y zonas frías, pero que se ha aclimatado bien entre nosotros. Lo traigo hoy a consideración porque desde hace tres días, cuando los fríos nos dejaron y llueve algo, compruebo sus primeros brotes primaverales, unas pequeñas hojitas en algunos nudos de las abundantísimas ramas que bailan con el vaivén del viento; además noto que de día en día van a más, en cantidad y tamaño. Aún faltan 10 días —escribo este minuto el 11 de marzo— para la llegada meteorológica de la primavera, y yo la observo ya.

Y también veré —me avisa quién de esto sabe— que de los seis abedules que hay en la placita González Dopeso, ése es el que primero florece porque le da más sol que al resto, y que cuando llegue el otoño, los otros serán los que antes empiecen a perder las hojas por el mismo motivo. Maravillas de la naturaleza, de este mundo que nos ha sido regalado, y que debemos cuidar para los demás.