Opinión

Retiro da Costiña, un dos nuevas Estrellas Michelin

En el firmamento gastronómico gallego brilla con renovado esplendor el Restaurante Retiro da Costiña de Santa Comba, ahora honrado con su segunda estrella Michelin. Este nuevo reconocimiento proyecta una luz que guiará el camino de éxitos futuros para una cocina que, en el Viejo Finisterre, merece estar entre las mejores del mundo por su producto, elaboración, calidad y profesionalidad.

En sus 85 años de tradición, esta casa de comidas ha sabido evolucionar de la cocina tradicional a la más elaborada, de las recetas de la abuela a las de grandes chefs, del servicio de una taberna cunqueiriana, a un restaurante del siglo XXI. Si 1939, Secundino y Leonor fundaron un modesto figón, en los años 80, les siguieron Jesús Chucho y Pastora, y más tarde sus hijos Manuel, en la cocina, y Leonor Nochi, en la sala, aportando ya conocimientos superiores. La primera estrella Michelin llegaría ya en 2008.

Manuel Costiña impresiona con una cocina sincera y apasionada, que comparte una porción de su mundo en cada plato. Junto a su esposa Ana, en la sala, y jóvenes ayudantes forman un equipo perfecto, con un estilo definido como anfitriones y connaisseurs. Han elevado sus habilidades culinarias a niveles de excelencia, también lo hacen en Retiro Costiña Wellness & Villas, un paraíso de bienestar.

La luz de las estrellas guía a los peregrinos gastronómicos hacia una excelsitud trascendente que representa más de ocho décadas de buena mesa. Las raíces se hunden en la historia. El árbol ha crecido frondoso, ofreciendo frutos en una propuesta evolutiva de recetas mágicas, de saberes tradicionales envueltos en nuevos aromas, presentaciones sorprendentes y propuestas adaptadas a cada temporada. Todo ello con un estilo único y una exigencia creciente. Hay que brindar por ello, con la mejor bodega, los mejores licores en el salón de sobremesa, o simplemente con un café o infusión seleccionados con primor.

Todo está ahí: el producto de la tierra, los ríos y el mar, las aguas preparadas para la cocción, las influencias de la nouvelle cuisine, las enseñanzas de tantos viajes, el aprendizaje de los amigos cocineros: los Amigos da Cociña Galega, el Grupo Nove, pero también los Arzak, Martín Berasategui, los Torres, Eneko Atxa, Jordi Cruz, Jesús Manzano, los Rial... Y el incansable trabajo de Alicia Huidobro. Todo ha contribuido en este Camino de Estrellas y amistades imperecederas.

Javier Olleros y el equipo de Pepe Vieira, marcaron un sendero sin parangón, por el que ya discurren nombres que honran a Galicia en el parnaso gastronómico: Manuel García, Pepe Solla, Lucía Freitas, Lydia del Olmo, Xosé Magalhaes, Óscar Vidal, Iria Espinosa, Luis Veira, Caco Agrasar, Marcelo Tejedor, Yayo Daporta, Iñaki Bretal, Alberto González, Rafael Centeno, Julio Sotomayor, Daniel Guzmán o Miguel González. En ellos está la estela de Amigos da Cociña Galega, en ellos está el Grupo Nove, en ellos se refleja el trabajo de la Escuela de Hostelería de Galicia y de los otros centros educativos especializados.

Así es el cielo de Santa Comba, que ahora brilla más con sus dos estrellas. Galicia sabe a gloria. “Donde se come bien, se vive bien”, lo dijo Emilia Pardo Bazán, pero bien lo podrían haber escrito Picadillo, Julio Camba, Cunqueiro, Castroviejo o Jorge Víctor Sueiro. Estamos de enhorabuena.

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