Opinión

Periodismo, saberse mejor para contar con mayor libertad

Es bueno saberse. La Asociación de Periodistas de Galicia (APG) ha querido hacer ese ejercicio para concluir que los periodistas estamos persuadidos de que nuestra profesión se ha acompañado de la propia evolución del mundo, y, por lo mismo, se encuentra confundida por una aparente pérdida de rigor y credibilidad. Mi tono es eufemístico.

No es cuestionable la competencia, idoneidad, aptitud o disposición de quienes han pilotado un estudio que pretende mejorar desde el autoanálisis una profesión de singular responsabilidad. La APG, capitaneada por María Méndez, ha contado con el catedrático de Periodismo de la USC, Xosé López, para dirigir el informe, y con Virgilio Costas, para coordinarlo.

Los escasos opinantes, solo 228 de los casi mil invitados, hemos caído en la incorrección de autoexaminarnos, para llegar al convencimiento de que nos consideramos imprescindibles en la intermediación entre el universo mundo y el común de los mortales. Quizás somos muy inteligentes, algo ególatras, un poco ingenuos, una pizca subjetivos y muy necesarios para inferir que: «Casi el 58% cree que el periodismo y los medios perdieron rigor y credibilidad; cerca del 73%, que perdieron independencia informativa; y el 61%, que las redes sociales perjudican al periodismo y a la información».

Nos hicieron 40 preguntas. Les traslado, de manera textual, algunas de las conclusiones:

–«Casi el 58% cree que el periodismo y los medios perdieron rigor y credibilidad; cerca del 73%, que perdieron independencia informativa; y el 61%, que las redes sociales perjudican al periodismo y a la información».

–«La estabilidad laboral de los periodistas se sitúa por encima de la del resto de trabajadores, teniendo las mujeres un mayor porcentaje de temporalidad y más dificultades que los hombres para promocionar en su trabajo».

–«La profesión cumplió las expectativas para cerca del 73% de los encuestados, pero el 50% de ellos barajó en algún momento cambiar de sector, y casi el 80% está insatisfecho con su salario».

–«Casi un 49% dice ejercer con plena independencia, aunque el 77% admite que sufrió presiones, y algo más del 51% cree necesario un órgano de control para garantizar la veracidad de las noticias y acabar con las fake news».

Esa es, claro, nuestra percepción. La opinión, por fortuna es libre y, a veces, incluso semeja contradictoria.

Ahora que unos pocos hemos dicho lo que creemos sobre lo que influye en muchos, y mientras la mayoría de nosotros calla —sobre todo los jóvenes—, deberemos esperar a escuchar las opiniones de los lectores. Esas son las que cuentan.

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