Opinión | Un minuto

El belén de la calle Posse

Donde habitualmente se muestran fotos de pisos y locales para vender o alquilar durante la mayor parte del año, ahora hay un belén espectacular, por su tamaño, pulcritud y cantidad de casas y figuritas, sin olvidar los juegos del agua en ríos y fuentes, y las luces que festonean esquinas y hogueras.

Desde 2008, cada año con mayor vistosidad, en los enormes escaparates de una conocida empresa promotora e inmobiliaria en la calle Posse se expone un belén que año tras año es todo un acontecimiento. Lo mejor que puedo decir es que hay que venir a verlo. Podría completar este minuto con más descripción de lo que allí se ve, pero he preferido indagar si todo aquel despliegue tiene un valor espiritual, y tanto por parte de Juan Luis, el artista que lo monta, y pienso lo mismo de los propietarios y responsables que facilitan el local, que me confirma que se siente la Navidad y lo que el belén representa, la venida a nuestro mundo del Niño Dios, el Hijo de Dios parido por la Virgen, ahora una criaturita envuelta en pañales acunada por su dulce Madre, que está reclamando el cariño de los que vemos esa escena.

Ese es el sentido de cada belén, conviene recordarlo, para no desvirtuar lo representado y quedarnos en el simple artificio.

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