Opinión

Fiambre a bordo

Un hombre ha sido detenido en un puesto fronterizo en Croacia cuando intentaba entrar en el país llevando en su coche en el asiento del copiloto un muerto. La vida late en los breves de los periódicos, dado que los espacios grandes de los medios están ocupados por la política o el deporte. O por Bárbara Rey. La vida late o la muerte, mejor dicho en este caso. El conductor era austriaco y al parecer quería llegar a su país para evitarse los trámites de repatriar el fiambre. Esto lo arreglamos tú y yo a nuestra manera y sin burocracia, bien pudo decirle al pasajero o pasajera. Que, dado su estado, no contestaría, claro. Leo en la noticia que se desconoce la relación entre vivo y muerto y esa curiosidad da para alimentar en mi cabeza un relato o una novela. Por esto tal vez hay tantos periodistas que escriben novelas: para dotar de final, con ficción, las historias que la realidad nos deja a medias.

Nunca lo sabremos, la relación entre ellos, seguramente, dado que uno de los pecados del periodismo es no seguir los temas. Según qué temas, mejor dicho, por que otros bien que los siguen, seguimos, y los tenemos hasta en la sopa. En la de picadillo incluso, mezclados con el huevo, los taquitos de jamón y el pan frito; en la de ajo también. O hasta en la sopa boba.

Qué relación los uniría. Lo fácil es pensar en una relación romántica. O tal vez eran madre e hijo. O tío y sobrino. O maestra y discípula o suegra y yerna. Había bastante diferencia de edad. Y combinaciones posibles. A lo mejor el tío era un rácano y no quería pagar tasas de repatriación. O pudiera ser que tuviera fobia a la burocracia austriaca, concepto que suena —burocracia austriaca— nada más que regular. A mí me dicen burocracia austriaca y ya me echo a temblar, aunque la verdad es que yo me echo a temblar en cuanto voy a una ventanilla de la Administración y digo buenos días.

Sea como fuere, este hombre no tenía un alto concepto de la policía croata; creía que podía colarle mercancía no fresca. Las autoridades croatas han descartado el crimen o el maltrato y al parecer la muerte fue súbita. Un cambio de planes de esos que el destino coñón plantea a veces: estás tan ricamente de vacaciones recorriendo Europa en coche y va el copiloto y la diña.

Ese conductor detenido tiene una entrevista. Urge una explicación. Me veo esta noche soñando con el cadáver, el conductor, el coche y un policía croata bigotón con gorra de plato diciéndole al copiloto que por qué no contesta. Qué cosas tiene la vida. La muerte.

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