Este artículo tiene espóileres

Certezas sobre la incertidumbre. Lo importante a veces no es tratar de encontrarse a uno mismo, sino saber a conciencia cierta en qué lugares no tienes que buscar respuestas que puedan servirte de guía. Y así te ahorras muchas pérdidas de tiempo. Pensamos en ocasiones (espóiler) que hay algunas experiencias que nos pueden aportar cosas valiosas, pero con el peso del tiempo te das cuenta de que lo único que llevan a tu vida son losas sin valor, muy pesadas y en riesgo permanente de convertirse en coces traicioneras. Por suerte y por desgracia, esa especie de sabiduría (o astucia, si no queremos darle demasiada importancia) que proporcionan las mutaciones de edad no llega pronto a tus calendarios, más bien al contrario. Todo lo que nos enriquece como seres humanos llega siempre acompañado de momentos jubilosos o amargos, de sensaciones puras o inmaduras, de derrotas dulces o venenosas, de pequeñas heridas que nunca acaban de cerrarse del todo o de grandes brechas que quieren engullirte. Y se tarda en asimilarlo todo y se tarda en sacar conclusiones que ayuden a empezar de nuevo o cambiar de planes.

Hay gente que logra retrasar lo suficiente el conocimiento de las tramposas reglas del juego para no iniciar con demasiado peso el trayecto vital, pero, por lo general, y aunque te vayan razonablemente bien las cosas, el mero hecho de (sobre)vivir, conlleva una serie de peajes que ojalá no hubiera que pagar, de cadenas y condenas, de situaciones feas a los que hay que buscar un lado positivo dentro de lo posible, aunque a veces (espóiler) resulta imposible. Esta vida solo tiene algún sentido si se abandona después de luchar por perder de vista lo que nos hace más indiferentes a las miserias que nos rodean y por pelear en nuestros pequeños territorios para que el mundo que dejamos sea mejor, o, al menos, que no sea peor. No funcionan fórmulas ajenas, hay que hallar por nuestra cuenta motivos suficientes para que al cruzar la calle de la amargura podamos encontrar vías de escape. Espóiler: alguna que otra hay.