Opinión | Un minuto

Ensueño en Damasco

Damasco, la capital de Siria, está de vigente actualidad por el giro político que se ha producido en ese país, con el derrocamiento del régimen del presidente Bachar al-Assad a manos de sus opositores, lo que está permitiendo el retorno de los millones de sirios que tuvieron que abandonar el país para preservar su vida. Ojalá consiga visitar Damasco, en una gira que aún tengo pendiente, una más entre otras, por Tierra Santa, porque desde antes de la caída de Pablo del caballo en esa ciudad, como se relata en los Hechos de los Apóstoles, ya había allí una comunidad cristiana que ha permanecido hasta nuestros días, pues sabemos de la existencia de templos, escuelas y de un rito por allí usado, el siriaco, que sigue la tradición antioquena, de Antioquia, para las celebraciones litúrgicas.

Se sabe que el anterior régimen, mayoritariamente musulmán, respetaba a los miles de cristianos sirios, concentrados sobre todo en Alepo como se reflejaba en el reportaje publicado aquí el 16 de diciembre. Ahora todo son especulaciones, pero conociendo que los actuales amos son de la corriente sunnita yihadista puede temerse un régimen más integrista. En cualquier caso, recemos por las intenciones de la Iglesia necesitada y acosada, porque sea en Siria, o en Nigeria, Mozambique, Sri Lanka o la India hay miles de cristianos que son perseguidos por vivir su fe en Cristo.

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