Opinión | Editorial

El problema de la seguridad en A Coruña

Patrulla de la Policía Local de A Coruña en la plaza de Lugo.

Patrulla de la Policía Local de A Coruña en la plaza de Lugo. / La Opiniòn

A Coruña tiene un problema de seguridad ciudadana. O al menos esa es una de las preocupaciones recurrentes de los vecinos. De hecho, el propio Concello ha decidido tomar cartas en el asunto intentando contrarrestar con medios propios, a través de la Policía Municipal, la falta de personal que padece el 091. El plan diseñado desde María Pita no solo incluye mayor presencia de agentes patrullando por las calles a pie, sino que contempla también otras iniciativas más novedosas, como la de dotar a los comerciantes de una aplicación conectada directamente con las dependencias del 092 y que garantiza la rápida presencia de una patrulla en caso de ser demandada.

Aun así, es necesario que el Gobierno, responsable de la Policía Nacional, dé una respuesta a una situación que año tras año aparece recogida en las memorias de criminalidad que elabora el Ministerio del Interior. Las estadísticas señalan que A Coruña es la ciudad gallega con la tasa más alta de robos con violencia o intimidación. De hecho, cada semana se producen una media de cinco atracos a punta de navaja. Una idea de la magnitud de este problema la da el hecho de que los delitos que se producen en la ciudad herculina son tres veces más que la media gallega o superan en un 76% los que se registran en Vigo.

Hace ya mucho tiempo que A Coruña dejó de aparecer en los rankings de ciudades más seguras del país. En solo siete años ha crecido el número de delitos denunciados en más de 3.000 y, según afirman los sindicatos policiales, se nota una subida en el número de delincuentes lo que hace que aumenten los robos, los hurtos y las peleas.

Una tendencia al alza que parece imparable y que hasta el momento no ha conseguido ser atajada. Para los representantes de los agentes, el origen de esta situación hay que buscarlo en el aumento también del consumo de droga lo que, en su opinión, repercute directamente en el incremento de la criminalidad.

Esta relación, según los expertos, es evidente, pero no la única, por lo que hay que analizar el problema desde todas las perspectivas, ya que no se puede achacar a un solo motivo la situación que vive la ciudad herculina.

Por ejemplo, los datos de criminalidad muestran que los delitos que más crecen en A Coruña son los informáticos. Las ciberestafas y los fraudes a través de supuestas compras online encuentran su caldo de cultivo perfecto en una sociedad que se ha incorporado al manejo de los aparatos tecnológicos sin una preparación específica y suficiente que les ayude a evitar los engaños.

Se trata de robos de guante blanco, sin navaja ni amenazas, pero que provocan un daño que, en ocasiones, es muy difícil de reparar. Es evidente que necesitamos más agentes en las calles para luchar contra los delincuentes, pero también es muy necesario formar a los ciudadanos para que sean capaces de detectar las estafas que les llegan varias veces al día a sus móviles.

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