Opinión | Sol y sombra

Hablando de Meloni…

La imputación de Giorgia Meloni y dos ministros de su Gobierno en el supuesto encubrimiento de un torturador libio ha sido motivo en Italia del mismo victimismo que en España muestra la clase política hacia los jueces que deciden investigarla cuando existen indicios de delito. Fue la propia Meloni quien desveló que había sido imputada, al mismo tiempo que señalaba al juez de la imputación, que en su día decidió investigar sin éxito a Matteo Salvini por el bloqueo del desembarco de inmigrantes del Open Arms. También dijo que la denuncia procedía de un expolítico de la izquierda, de 78 años, muy cercano al exministro Romano Prodi, con el fin de desacreditar la investigación. La música de este exordio seguro que les suena, es la misma que acostumbran a emitir nuestro Gobierno y su mariachi mediático cuando algún magistrado decide que los políticos deben ser tratados ante la ley como cualquier otro ciudadano. Los políticos y sus familiares, claro.

La investigación sobre Meloni aclarará si la premier italiana y sus ministros tuvieron algo que ver en la liberación y posterior devolución a su país de origen del jefe de policía y paramilitar libio reclamado por el Tribunal Penal Internacional de La Haya por crímenes de guerra; los defectos de forma en el arresto que propiciaron su puesta en libertad, y si la razón de Estado que se esgrime como cuestión de fondo justifica facilitarle la huida a un criminal de esta índole. El caso es que la Justicia, trátese de quienes se trate, debe investigar el delito. Sea cual sea su ámbito. A ver si hablando de la ultraderechista Meloni lo entienden mejor algunos.

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