Opinión | Sol y sombra

Un negocio ruinoso

Igual no se puede engañar a todos todo el tiempo, pero sí a los suficientes. Entre ellos se hallan los que a estas alturas todavía dudan de que Sánchez haya sido para este país el negocio más ruinoso de su historia reciente democrática, sin contar lo que aún queda por pagar por su continuidad. La condonación de la deuda catalana, exigida por sus socios independentistas, es la última prueba de ello. El hecho de intentar maquillarla, para dar una apariencia de normalidad, con las quitas a otras comunidades nos saldrá aún más caro a los contribuyentes, además del pésimo ejemplo que supone primar a los gobiernos autonómicos manirrotos en perjuicio de otros que han sabido conducirse mejor con sus gastos. De cualquier forma, lo único que subyace de todo esto no tiene que ver con las financiaciones regionales sino con una cesión más a quienes no van a dejar de pedir, en cuanto a dinero, competencias y liquidación del Estado se refiere. Se han puesto en riesgo todos los materiales sensibles; muchos de los que se rompan no vamos a poder reponerlos jamás, porque los daños en determinados casos resultan irreversibles.

Por si fuera poco, se escarba en la confrontación partidista en un momento en que habría que actuar precisamente insistiendo en la unidad constitucional para enfrentarse como es debido a los graves problemas de España y de Europa. Es gracioso escuchar al propio Sánchez reprocharle a Feijóo y al Partido Popular que no se comporten como los conservadores alemanes cuando él mismo y el PSOE viven absolutamente distanciados del SPD en cuanto a entenderse con su adversario democristiano en las situaciones críticas.

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