Opinión | EDITORIAL

Los trabajos que nadie quiere en A Coruña

Durante el mes de febrero, el paro bajó en la provincia de A Coruña ligeramente —un 0,09% con respecto a enero—, en la línea de lo que sucedió en el conjunto de Galicia. Tras esta reducción, en la actualidad hay 48.000 parados y un total de 121.000 en la comunidad. En el Estado, el número de personas que no consiguen encontrar un trabajo se sitúa ligeramente por encima de los dos millones y medio. Sin lugar a dudas, y pese a la evolución positiva que están registrando el mercado laboral y la afiliación a la Seguridad Social en los últimos meses, se trata de unas cifras todavía demasiado elevadas como para que sean admitidas como normales por la sociedad.

Pero esta es una realidad que choca frontalmente con el catálogo de ocupaciones de difícil cobertura que ha publicado hace unos días el Servicio Público de Empleo Estatal y que, en el caso de A Coruña, resalta los problemas que hay para conseguir trabajadores en los oficios relacionados con el mar, algo que sucede desde hace tiempo, y que ahora se amplía a oficios como los de electricistas, carpinteros de aluminio, metálico y PVC, instaladores, montadores y operadores de grúa. Empleos que no encuentran candidatos para cubrirlos. Para los expertos, los motivos de esta situación son varios. Por una parte, se calcula que cada año se jubilan en A Coruña unos 1.700 profesionales, que dejan un vacío en el mercado laboral para el que no hay un relevo generacional suficiente capaz de suplir su ausencia.

Además, las condiciones que rodean a algunos oficios pesan de modo significativo a la hora de que los candidatos acepten las vacantes. Empleos que obligan a pasar temporadas fuera de casa o a tener que asumir riesgos se han convertido en plazas imposibles de cubrir. Otro factor determinante es que los jóvenes están actualmente mucho más formados que hace años y los perfiles buenos, con capacidad de trabajo e innovación dentro de estos oficios, optan en muchos casos por emprender por cuenta propia, ya que hay mercado para ello y, en la mayoría de los casos, les va bien.

Desde las administraciones se está intentando atajar esta situación con medidas como la potenciación de la Formación Profesional que, pese al incremento en el número de alumnos, todavía es incapaz de cubrir la demanda de trabajadores que hay en el mercado. Por otra parte, cualquier solución pasa necesariamente por la participación directa de las empresas, que tienen que invertir en el reciclaje formativo y en la capacitación de los empleados de su plantilla. Incluso la Xunta ha desarrollado el programa Retorna Cualifica Emprego, que busca que gallegos nacidos en el exterior puedan volver a la comunidad con un contrato laboral indefinido.

Estamos ante un problema muy complejo y que se agrava con el paso del tiempo. Por ello, es fundamental que se articulen medidas consensuadas entre las entidades educativas, las empresarias y la administración, para intentar acabar cuanto antes con esta situación.

Tracking Pixel Contents