Opinión | Artículos de broma

‘That’s entertainment’

El tirano ruso Vladímir Putin no tiene prisa en acabar su invasión de Ucrania porque cada día gana más terreno y el hombre de negocios Donald Trump, con despacho en la Casa Blanca, le deja hacer mientras le agasajan las dictaduras pérsicas con un avión-hotel de 400 millones de dólares y gana en criptomoneda e inmobiliario el pan de oro de sus hijos.

Benjamín Netanyahu mata a bombazos a decenas de palestinos cada día para ahorrarles el hambre que les provoca sin que nadie pueda ni meter un bocado en la franja de Gaza ni hacer nada ni influir y esas y las anteriores son las razones de que la paz resida ahora en la Santa Sede de la Iglesia Católica o, valga la contradicción, en la sede nómada de Eurovisión. Pronto se reivindicará el espacio del concurso de Miss Universo, otro foro tradicional para la paz en el mundo.

Dígaselo con gestos, con canciones, con atuendos muy largos o muy cortos, con anillos o con tatuajes y que sigan la paz papal en El Vaticano y la guerra híbrida en la batalla de Basilea, con bots y votos y adhesiones inquebrantables a la letra más que a la música porque en el nuevo orden los foros que quedan son los espectáculos religiosos y las misas musicales. Hace años que todo es simbólico, gestual y posturero, que compramos malos productos vendidos por buenas causas y hacemos el bien solo en espacios patrocinados, que las palabras valen lo mismo que los hechos y éstos, que las mentiras. Es normal que el estadista genocida israelí oiga las palabras que se le dirigen por encima del ruido de los bombardeos que provoca y las considere duras como proyectiles pesados de los que derriban casas.

Es mejor que recemos y cantemos por la paz a que conversemos sobre cómo lograrla con sus tratados, sus cesiones, sus concesiones, sus sanciones, sus límites, sus fronteras, su concurrencia internacional. Esto es un musical de ritmo absorbente, emociones líricas, iluminación hipnótica, vestuario fascinante, peluquería arquitectónica, gestos y pasos medidos y sincronizados, coro unísono... Aplausos.

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