Opinión
El color mató a Eurovisión
La idea no era mala y habla mucho de la capacidad estratégica española: si se trata de un concurso musical, llevamos a una chica que se llama Melody, y ya lo tenemos medio ganado antes de que abra la boca. Si el concurso hubiera sido de tiro con arco, habríamos mandado a Diana, a un certamen literario enviaríamos a Prosodia, en un congreso de astronomía nos representaría Estrella, a un campeonato de chistes iría Alegría y al de joyería, Ágata. De haber podido asistir las mujeres al reciente cónclave, ahí habría estado Ángeles. Menudos somos nosotros.
Puesto que en Eurovisión se valora cualquiera cosa salvo la calidad de los intérpretes y sus canciones, y puesto que lo de mandar ahí a transexuales ya está demasiado visto, enviamos a Melody, a ver si esta vez lo que cuenta es el nombre. Por desgracia, Eurovisión ya no tiene que ver con música sino con guerras y conflictos, con saber a quién apoyar y a quién no, con intereses geopolíticos o económicos, y así no hay manera de que España gane nunca, ya que la historia demuestra que somos desde siempre el país con los gobernantes más iletrados de Europa. Cómo van a saber cuándo abrir la boca y cuándo cerrarla, si ni siquiera son capaces de borrar sus propios wasaps. RTVE no mandó a Melody a luchar contra los elementos que tenemos en el Gobierno. Aun así, se echan de menos los tiempos en que los jurados votaban en clave musical, sin importarles si Francia mataba argelinos o si en España había dictadura o democracia, lo único que contaba era que el tema de Conchita Bautista era un pestiño.
Uno no sigue Eurovisión desde que era en blanco y negro, tengo para mí que el color ha ido en detrimento de la calidad musical. Donde estén Jaime Morey, Domenico Modugno, Cliff Richard o Gigliola Cinquetti con sus tonos grises, que se quite el colorido de Rosa López —además, con ese nombre lo que le correspondía era un concurso de jardinería— y sus triunfitos. Para ver actuaciones en color, asisto a ellas en directo, a la televisión uno le pide aquello que no le ofrece la realidad, o sea, el blanco y negro. El fallo de Melody fue actuar en colores, eso explica que con ese nombre fracasara.
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