Distribución y revolución tecnológica

Estamos en una nueva era, con origen en la revolución tecnológica, en la que hemos de situarnos en primera línea del cambio; liderando, acompañando y contribuyendo a satisfacer las, también nuevas, necesidades que tenemos como sociedad. La alimentación continúa siendo una de esas necesidades vitales que, más allá de dar cobertura al hambre fisiológica, alimenta también las emociones, los sentidos, las relaciones personales y las sociales. Es éste el escenario que condiciona nuestro rol como agente de valor.

En este contexto, hemos de saber que lo que nos afecta no se produce en clave regional, ni siquiera europea, sino global. La geopolítica ha pasado al primer plano de las decisiones que adoptamos desde las instituciones y empresas. Pero ocupar una posición estratégica, robusta y dotada de las infraestructuras y recursos necesarios para figurar en el mapa mundial, es clave. El Noroeste peninsular dispone de los atributos para ello. Y también, por tanto, para Influir, competir y ejercer de modelo.

Nuestra capacidad logística, organizativa y de coordinación humana es notable. Debe serlo teniendo en cuenta que debemos afrontar retos estructurales como el envejecimiento de la población o la falta de relevo generacional, especialmente en el sector agroalimentario, además del cambio climático, los elevados costes de energía, la híper-regulación, la falta de dinamismo e innovación.

Frente a ello es esencial resolver desde lo local, con una estrategia de kilómetro cero, comprometida con nuestros productores y en colaboración directa con nuestros proveedores, capaces de nutrir de calidad, máxima, la demanda de nuestros clientes. Y, en esta línea, también es esencial contribuir a que nuestras comunicaciones, poco competitivas hoy en día, estén a la altura de las principales redes de infraestructuras europeas, incorporando, por ejemplo, el Corredor del Noroeste en las agendas institucionales.

Para ello debemos ser capaces de resolver a corto, planificar a medio y pensar a largo plazo, sin perder nunca de vista nuestro compromiso con el desarrollo económico del territorio y con el bienestar saludable y sostenible de nuestros clientes.

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