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Polonia: 47% contra 47%

Claro que la izquierda y la derecha son mundos distintos, pero hoy en Europa la gran y crucial división no es esa sino la que enfrenta a los demócratas, de colores diversos, y la extrema derecha que cuestiona la democracia liberal, quiere una marcha atrás en la unificación europea y cree que el futuro pasa por Trump.

En Gran Bretaña el año pasado los laboristas ganaron a los conservadores con mayoría absoluta. Pero hoy su gran amenaza no viene de los conservadores, el partido tradicional de la derecha y el que más años ha gobernado, sino de la extrema derecha de Reform UK. Según la última encuesta, Nigel Farage, de Reform UK, va primero en los sondeos y los conservadores podrían ser barridos porque quedan no solo detrás de Farage y el Labour sino también de los liberales. ¡El partido de Churchill y de Thatcher en cuarta posición!

En Polonia pasa algo distinto, pero al revés. El centrista Tusk (PP europeo) logró derrotar en 2023 a la extrema derecha del PiS (Ley y Justicia), que llevaba ocho años en el poder. Pero el presidente de la República, que puede vetar leyes y que es del PiS, ha bloqueado parte de su programa de reformas. El domingo hay la decisiva segunda vuelta de las presidenciales y Tusk apoya a Trzaskowski, el alcalde europeísta de Varsovia, que es respaldado también por democristianos y socialistas, frente a Nawrocki, el candidato del PiS.

En Gran Bretaña la pugna es entre laboristas y extrema derecha. En Polonia, entre el centro-derecha y los ultranacionalistas. Starmer y Tusk son diferentes, pero sus dos adversarios son trumpistas.

En Polonia la batalla es dura. En la primera vuelta, con una alta participación del 63%, el alcalde de Varsovia ganó a la extrema derecha por muy poco (31% a 29%). Y entre los candidatos eliminados hay más cercanos a la extrema derecha que al centro-derecha y la izquierda. ¿Explosión de descontento ante Tusk, porque no ha avanzado lo suficiente en las reformas?

La última encuesta da un empate a 47% y el domingo hubo dos grandes mítines en Varsovia. El de la extrema derecha, con el eslogan Dios, Patria y Familia y pancartas contra Alemania y los inmigrantes, y el del centro-derecha y la izquierda, con banderas europeístas, movilizados para que el nacionalismo ultraconservador no siga bloqueando la europeización de Polonia.

Si gana Nawrocki, candidato de Ley y Justicia, no solo será una derrota significativa de Tusk, sino que puede poner obstáculos a la política de la UE. Polonia es el país clave del Este europeo, es el que destina un mayor porcentaje de su PIB al presupuesto militar y está, junto a Alemania, Francia y Gran Bretaña, en el nuevo directorio (informal) que quiere impulsar la respuesta comunitaria a Putin en Ucrania, y a Trump, tanto en Ucrania como en la guerra comercial.

El resultado del domingo en Polonia será importante. El actual empate en los sondeos inquieta. La batalla enfrenta a los demócratas y europeístas (unidos, pero distintos) frente al nacionalismo extremo que levanta la bandera MPGA (Hagamos Polonia Grande Otra Vez).

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