Opinión | EDITORIAL

A Coruña implanta la tasa turística

Turistas visitan A Coruña

Turistas visitan A Coruña / Carlos Pardellas

El pleno municipal aprobó el pasado jueves la aplicación de una tasa turística a la estancia de visitantes en la ciudad. Las cuotas a las que tendrán que hacer frente los visitantes oscilarán entre un euro y 2,5 euros por turista mayor de edad y día, en función de la categoría del establecimiento en el que se alojen. A Coruña ha optado por las tarifas máximas que permite la ley gallega y se aplicarán con un límite de cinco días, es decir, a partir del sexto día de pernoctación no se cobrará.

Por ley, los ingresos que esta tasa turística genere para el Ayuntamiento deberán dedicarse, al menos en un 80%, a «inversiones y gastos vinculados a la promoción, al impulso, a la protección, al fomento y al desarrollo de un turismo sostenible». En este sentido, ya en enero, cuando el Gobierno local anunció la aplicación de esta tasa avanzó que la recaudación se dedicaría a tres fines: mejorar el control sobre las viviendas que ceden habitaciones para usos turísticos; mejorar la calidad de vida de las personas que residen en los barrios más afectados por la presión turística; y crear nuevos contenidos que se puedan desarrollar en escenarios que permitan mejorar la desconcentración turística en la ciudad.

Durante el pasado año, A Coruña registró un aumento significativo en la llegada de turistas, alcanzando cifras récord y una ocupación hotelera que superó el 90% en los meses de verano. En total, el número de visitantes rondó los 450.000. Sin embargo, esta cifra supera el millón si se le suman las personas que desembarcaron procedentes de los 168 cruceros que recalaron en el puerto.

Y, pese a este volumen de turistas que registra A Coruña y que le supone uno de los mayores crecimientos turísticos del noroeste de España, el nivel de saturación sigue siendo muy bajo, tanto con respecto a otros destinos gallegos como a los españoles. Es precisamente esta circunstancia lo que lleva a los representantes del sector a oponerse a la aplicación de esta tasa turística, presagiando que puede suponer un frenazo a la bonanza que la ciudad vive en el campo del turismo que, según las últimas estimaciones, genera un impacto económico de en torno a los 305 millones de euros anuales.

Nadie puede negar que la tasa turística pueda moderar ligeramente la afluencia de visitantes, pero no debería tener un impacto fuerte si se gestiona adecuadamente. Lo más importante será cómo se implementa y comunica. Además, si se usa para mejorar los servicios y se muestra con transparencia, podría incluso reforzar el atractivo de A Coruña como destino responsable y de calidad.

Las experiencias en ciudades que ya están aplicando este tipo de impuesto, como Barcelona, Milán o Lisboa, han demostrado que no disminuyó en ningún momento el número de visitantes. Además, ahora mismo son muchas las ciudades de un tamaño similar al de A Coruña que están también en pleno proceso de implantación de esta tasa con la esperanza de que sirva para racionalizar un fenómeno que cada vez va a más.

Suscríbete para seguir leyendo

Tracking Pixel Contents