Opinión | Billete de vuelta

Trump y la teoría del loco

¿A ustedes les gusta el mundo en el que viven? Habitar este planeta empieza a resultar detestable. La mayoría de ustedes se desayunó el domingo con el bombardeo de instalaciones nucleares de Irán por aviones de Estados Unidos. Poco ha tardado Trump, tras la guerra de los aranceles, en mostrar su gusto por la pelea y por la bronca, ahora con armamento convencional. No le bastaba con las bravuconadas y la chulería en las redes sociales: tenía que ordenar ataques con bombas de verdad, no solo con misiles verbales.

Saltándose el derecho internacional, como antes Putin en Ucrania, ataca a un país seguramente de régimen político detestable, sin ánimo alguno de agotar las vías diplomáticas, que siempre han de preceder a la agresión armamentística. Se ve que proliferan los gobernantes que toman con absoluta impunidad decisiones que afectan a terceros países.

La actitud del madman, o teoría del loco, es un enfoque de política exterior que consiste en aparentar irracionalidad, lo que inquieta a los adversarios, que acaban haciendo concesiones a quien se cree capaz de cualquier disparate. El miedo a lo impredecible lleva a la otra parte a ceder en la negociación para evitar consecuencias negativas.

Fue la estrategia de Nixon y parece que Trump abraza idéntico ideario. No mostrar cordura en política internacional puede suponer en ocasiones una ventaja. Pero ocasiona un juego peligroso, cuando un mandatario de decisiones inesperadas choca con la horma de su zapato. Y en esas estamos, sobre el polvorín de un mundo donde el delirio suplanta a la cordura.

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