¿Y si a la isla de Perdidos hubieran ido a parar solo chicas adolescentes? Esa podría ser la premisa básica con que se vendió en algún ascensor The wilds, de Prime Video (diez episodios de una tacada). Esta creación de Sarah Streicher, antigua componente del equipo de Daredevil, explica la historia de ocho adolescentes que, de camino a un retiro de empoderamiento, sobreviven a un accidente de aviación y acaban con sus huesos en una isla misteriosa. Conocemos sus diversos orígenes, como con los personajes de Perdidos, a través de flashbacks de sus vidas en el mundo más o menos normal.

Pero The wilds dista en realidad de ser un intento de renovar la imaginería y narrativa revientamentes de aquella famosa creación de Abrams, Lieber y Lindelof. Tiene casi más en común con Euphoria: la excusa aventurera es un caballo de Troya para introducir reflexiones sobre lo que significa ser una chica adolescente en el 2020. La serie rezuma intensa sensación de verdad, conocimiento de causa: no solo la creadora (Streicher) y la showrunner (Amy B. Harris) son mujeres, sino también muchos de los interesantes nombres al cargo de la dirección, como Susanna Fogel (guionista de Súper empollonas), Haifaa Al-Mansour (Mary Shelley) o la no demasiado prolífica Alison Maclean (The rehearsal). Para las jóvenes actrices que llevan el peso dramático, algunas de ellas debutantes o casi, esta clase de compañía era alentadora.

Al personaje que más conocemos en el magnífico primer episodio es a la rata de biblioteca Leah, interpretada por una Sarah Pidgeon con trazas de joven Kate Winslet. Para ayudarle a meterse en el personaje, Streicher le recomendó a Pidgeon algunos buenos libros. Los principales fueron Conversaciones entre amigos [de Sally Rooney], Asimetría [de Lisa Halliday] y Las chicas [de Emma Cline].