Heroínas viajando en el tiempo

Prime Video estrena mañana ‘Paper girls’, la esperada adaptación del célebre cómic de Brian K. Vaughan y Cliff Chiang

Fina Strazza, Sofia Rosinsky, Riley Lai Nelet y Camryn Jones, en un fotograma de ‘Paper girls’. | // LOC

Si al comienzo de Stranger things las chicas eran casi una especie extraña que se observaba un poco desde la distancia, en el cómic Paper girls, otro relato sobre fenómenos singulares, bicicletas e inseguridades superadas, lanzado casi un año antes que la serie de Netflix, ellas estaban al frente desde el principio. Eso convirtió la creación de Brian K. Vaughan (guion) y Cliff Chiang (dibujo) en realmente irresistible para muchos y, sobre todo, muchas: “Es especial ver una historia de acción desde una perspectiva diferente, no demasiado utilizada por los medios”, dice Riley Lai Nelet, la adolescente de ascendencia asiática Erin en Paper girls (Prime Video, desde mañana, día 29), adaptación a serie impulsada por Stephany Folsom, coguionista de Toy story 4 y Thor: Ragnarok.

El grupo central de Paper girls es, así en el tebeo como en la serie, cien por cien femenino y diverso a muchos niveles. Son historias que hace falta contar, puntos de vista que aportan frescura. Erin es la novata algo nerd de un grupo de repartidoras de periódicos de Cleveland (Ohio) que incluye, además, a la judía de familia rica K.J. (Fina Strazza), la tomboy de clase obrera Mac (Sofia Rosinsky) y la afroamericana Tiffany (Camryn Jones), adicta a los videojuegos, porque las chicas también son gamers. Y lectoras de tebeos: “Me he comprado todas las ediciones de Paper girls —explica Camryn, dando cierta envidia—. Por la autenticidad de los personajes, pero también por el arte”. Fina, alias K. J., es “dibujante aficionada” y aprecia también “tanto el trazo de Chiang como la paleta de colores de Matt Wilson”.

Cabría añadir el gancho de una trama imprevisible que la serie sigue con bastante fidelidad. Mientras reparten diarios a primera hora de la mañana del 1 de noviembre de 1988, pasados (o casi) los fastos de Halloween, nuestras heroínas se dan de bruces con lo que parece una misteriosa invasión extraterrestre. Han acabado sin querer en una guerra entre dos bandos de viajeros temporales: los Viejos, que creen en preservar la línea temporal original, y los Adolescentes, descendientes de aquellos del siglo 71, que sí creen en alterar la historia.

Conversaciones entre amigas

Por el camino, las chicas conocen a versiones futuras de sí mismas y se ven obligadas a comparar lo que esperaban ser con lo que son.

Pregunto a Riley, Fina y Camryn con qué clase de yo futuro les gustaría encontrarse de tener el mismo privilegio que los personajes. Riley: “Espero que siga actuando y expresándose a través del arte o las artes marciales, que también son una parte importante de mi vida. Que haga sus propias escenas de riesgo”. Fina: “Con suerte, seguirá actuando. ¡Y tendrá un dálmata!”. Camryn: “Tendrá muchas estanterías llenas de libros”.

En ningún caso sale el deseo de estar casada ni de servir a ningún hombre. Tampoco las chicas de la serie se muestran, al menos en principio, especialmente preocupadas por hablar del sexo opuesto. “Creo que la serie pasa totalmente el test de Bechdel”, dice Fina en referencia al método popularizado por la historietista Alison Bechdel para evaluar la brecha de género en alguna clase de producción artística: ¿aparecen dos personajes femeninos?, ¿mantienen una conversación?, ¿no tiene como tema un hombre? Entonces pasa el test. “Las chicas no pasamos todo el tiempo hablando de chicos”, añade Strazza. “Tampoco somos criaturas creadas solo para ayudar a los hombres. Somos seres humanos que tienen conversaciones sobre cosas. Y que sabemos protegernos a nosotros mismos. Queríamos que eso se destacara en la serie”.

Una de las principales referencias fue, explica Strazza, “J. J. Abrams [Perdidos, Super 8, Star Trek, etcétera], ya que sabe combinar personajes creíbles con ciencia ficción a gran escala; encontrar un equilibrio entre ambos elementos”. Para Jones, una inspiración importante fue la primera entrega de la saga Los juegos del hambre, referencia capital para zoomers. “La repasé por Katniss Everdeen. Hacemos un montón de escenas de acción y me gustaba la determinación del personaje en en esa película”.

Banda sonora con propulsión

La valentía de estas paper girls se refleja en una banda sonora a menudo basada en la propulsión. Bobby Krlic, alias The Haxan Cloak (compositor de Midsommar), aporta una música original de alto poder inspirador. Por su parte, el supervisor musical Gabe Hilfer (recién nominado al Emmy por utilizar la música del rapero Nas para un gran episodio de Ozark) salta entre épocas (de los New Order de los primeros 80 a la última Marie Davidson) en una selección de canciones que es pura fantasía.

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