La Responsabilidad Social Corporativa es una función relativamente joven en las empresas, que cada vez tiene más importancia tanto dentro como fuera del espacio corporativo, debido a la responsabilidad de las compañías sobre su impacto en la sociedad, tal y como describe la Comisión Europea.

Esto se plasma en una serie de proyectos, acciones, establecimiento de buenas prácticas o elaboración de políticas de transparencia, cuyos beneficios deben llegar a la sociedad. Pero ¿quiénes son los responsables de que las empresas pongan todo esto en marcha? Son los directivos y ejecutivos que desarrollan la función específica de Responsabilidad Social en cualquier empresa o institucioón, en los ámbitos público y privado.

Para conocer mejor las funciones de estos directivos, la Asociación Española de Directivos de Responsabilidad Social, DIRSE, ha analizado el perfil de estos responsables, los 'dirse', en su "Estudio de la función de Responsabilidad Social en la empresa española". Dicho análisis refleja que el 66% de los profesionales participantes en este estudio son hombres, y que la franja media de edad oscila entre los 40 y los 50 años (50%). Por último, casi la totalidad de los encuestados cuentan con formación de grado superior (universitaria, de diferentes ramas, y/o máster enfocado principalmente a la empresa o al medio ambiente).

El mismo informe sitúa al 53% de los casos en una antigüedad en la función e RSE de cuatro a diez años, y el 80% del total, afirma haber accedido a dicha función ocupando un puesto de trabajo distinto en la misma compañía. En este sentido, el cargo de procedencia ocupado por el 59% de los encuestados era una posición directiva, principalmente en las áreas de RRHH, medio ambiente, calidad o comunicación.

Respecto a sus motivaciones, Miwi Clavera, directora general de DIRSE, plantea dos tipos de 'dirse' "los que llegaron por convicción y los que llegaron por casualidad. En ambos casos, y al poco tiempo, acaban coincidiendo en su gran compromiso con los valores asociados a la RSC y sostenibilidad. Este tema "engancha" y mucho", pero "existe un gran desconocimiento sobre lo que realmente es la RSE que, a veces se confunde con filantropía o con la elaboración de informes de sostenibilidad, por lo que la formación o concienciación es importante", en especial si se pretende que " la RSC forme parte de la estrategia misma de la empresa y cambie la manera de gestionarla, debe pasar necesariamente por un cambio en la cultura de la empresa, y en eso los empleados son clave".

Perfil del puesto

Según el estudio de DIRSE, el 33% de los directivos encuestados desempeña la función de RSE de forma exclusiva, cifra que llega al 48% si la empresa tiene como principal cliente el consumidor final. Mientras, en el 67% de las empresas, esta función se integra con otras funciones, principalmente Recursos Humanos y Comunicación.

Para Clavera, el papel que juegan los Directivos de RSC depende de las empresas y de cómo éstas entiendan la RSC, sin embargo, describe tres roles que deberían estar en la empresa. El primero es un rol vertical o de "primera línea de defensa", que se ocupa de los temas que tradicionalmente se asignan al área de RSC como memorias de sostenibilidad y proyectos de relación con la sociedad a través de proyectos de mecenazgo y de voluntariado corporativo; un rol horizontal, o de "segunda línea de defensa", en el que el 'dirse' actúa como "consultor interno" de otras áreas de la empresa, consiguiendo un papel transversal de la RSC; y un rol "disruptivo", en el que "el 'dirse' se convierte en un desafiador constante de la organización para hacer las cosas siempre de una manera responsable y ser cada vez más sostenibles, haciendo de la RSC algo más estratégico y trascendente".

Además, estos profesionales deben tener buenas habilidades de ejecución de proyectos, de comunicación, de visión estratégica, y de liderazgo para afrontar cambios desde dentro. Sin olvidar una de las características más importantes: la resiliencia.

Estos directivos se enfrentan también a una serie de retos que se resumen, según Miwi Clavera, en "conseguir que la función de RSC se convierta en transversal en la empresa, superando la cultura de silos, y se eleve hacia arriba, hacia la dirección, de manera que quede integrada en el propósito".