El fallecimiento de dos hombres en menos de un mes al caer al agua en la dársena de la Marina suscitó un encendido debate ciudadanos sobre si son necesarias barreras para evitar accidentes en ese lugar tras su reciente reforma. El 3 de marzo perecía Manuel Rodríguez Gómez, un vecino de Mesía, y el 30 lo hacía el actor Mateo González. A partir de ahí se sucedieron propuestas de todo tipo para impedir nuevas caídas fortuitas y el Concello acabó por optar por la colocación de un banco de piedra corrido y situado a tres metros y medio del cantil del muelle. Esta barrera se instaló a principios de junio y desde entonces no se produjeron más incidencias, aunque antes de que estuviera lista, a principios de mayo, una furgoneta sin conductor se precipitó al agua, posiblemente por haber quedado mal frenada.