El bus se pone en huelga

El sector del transporte de viajeros vivió ocho días de paros que afectaron a miles de usuarios

M. R.A Coruña

Uno de los conflictos que tuvo que afrontar la Xunta durante 2017 fue la huelga del sector del transporte de viajeros. Durante cuatro semanas, miles de gallegos se vieron afectados por los paros que superaron el 90% durante las ocho jornadas de movilizaciones. Cuando la huelga estaba a punto de convertirse en indefinida se llegó a un acuerdo, primero entre los trabajadores y la Consellería de Infraestruturas, y después, entre los trabajadores y la patronal. La principal causa de las movilizaciones fue el plan de transporte impulsado por la Xunta, que, entre otras cuestiones, se propuso integrar el transporte escolar en las líneas regulares de pasajeros. Tanto la patronal como los sindicatos se mostraron en contra del proyecto, ya que, según advirtieron, destruiría negocio y empleo. Además, los trabajadores protestaban por la situación de desbloqueo de los convenios colectivos.

La huelga se desarrolló durante cuatro semanas, del 20 de junio al 12 de julio, los martes y miércoles. Las dos primeras jornadas afectaron a más de 60.000 escolares. El fin de las clases supuso que los otros días el transporte escolar no se viese afectado, pero no así el resto de usuarios que vio cómo durante un mes, los martes y miércoles, no tenía servicio de autobuses.

Finalmente, los sindicatos llegaron, primero, a un acuerdo con la Xunta sobre las cláusulas sociales del plan de transporte y después con la patronal al conseguir una subida salarial ligeramente superior al IPC.

Tracking Pixel Contents