Todos nosotros hemos padecido síntomas de ansiedad en algún momento, pero para que indiquen que tenemos ansiedad deben permanecer en el tiempo.

Hay muchos indicadores de esta enfermedad, pero casi todo el mundo habla de los siguientes:

Visión túnel

Cuando bebemos nuestro campo visual se reduce, esa es una de las causas de los accidentes al volante si el conductor va bebido, y lo mismo ocurre si padecemos ansiedad.

Tenemos la sensación de ver solo una parte de lo que hay delante de nosotros, como si la visión periférica hubiese desaparecido de repente.

Opresión en el pecho

Uno de los síntomas de la ansiedad más clásicos es la opresión en el pecho. No nos duele, pero notamos como si nos costase respirar o parece que tenemos algo pesado sobre nosotros.

Esta opresión no es peligrosa, no indica ningún problema en el corazón, pero a veces conduce a tener ataques de pánico, pues podemos pensar que nos ocurre algo grave o que nos va a dar un infarto.

Falta de sueño

De entre todos los problemas que nos produce la ansiedad, uno de los peores es la falta de sueño. Nuestra cabeza no para de dar vueltas, nos sentimos inquietos, nerviosos y nos es imposible dormir.

Al no poder dormir la ansiedad se incrementa, así que es mejor que acudamos a nuestro médico cuanto antes, con la idea de que nos ponga tratamiento.

Sensación de peligro

Aunque en realidad no haya peligro, ni vaya a ocurrir nada, una persona con ansiedad piensa en lo peor a todas horas, en que le va a suceder algo malo en cualquier momento.

Es una sensación que siempre acompaña a quienes padecen ansiedad, tanto en la calle como en casa, en el trabajo o en el coche.

Debilidad o cansancio

Un cuerpo con ansiedad no descansa, no se relaja, así poco a poco esta enfermedad comienza a cobrarse la factura en forma de debilidad y cansancio.

Este es otro de los síntomas de la ansiedad, el cual está muy asociado a no poder descansar nunca y a la dificultad a la hora de dormir.