Método monje: ahorrarás hasta 3 horas al día con este ritual contra la procrastinación

La procrastinación es un concepto que se ha popularizado hace no mucho, pero que realmente ha sido el enemigo de nuestra productividad a lo largo de toda la historia. Para frenarla, han surgido diferentes metodologías, pero pocas han logrado combatirla como el Método Monje. Inspirado en la sabiduría y la disciplina de los monjes, seguir esta filosofía te hará recuperar el control de tu tiempo y ganar hasta 3 horas al día.

La procrastinación no para de hacernos aplazar tareas, acto normalmente provocado por el estrés o la ansiedad que nos causa hacerlas. Esta conducta tiene un impacto negativo en nuestra vida, afectando a nuestra productividad, a nuestro bienestar emocional y, como consecuencia, a nuestras metas y aspiraciones personales y profesionales.

Aún así, no debemos martirizarnos, pues es importante entender que la procrastinación es un fenómeno muy común, que sufrimos muchos debido al frenético ritmo de vida que nos exige el mundo actual. La presión de tener que cumplir infinidad de responsabilidades no casa muy bien con las millones de distracciones que tenemos hoy en día a nuestro alrededor.

Afortunadamente, el Método Monje nos ayudará a enfrentar la procrastinación de manera efectiva gracias a los hábitos y actitudes que adoptarás, mejorando tu autodisciplina y concentración y ayudándote a enfrentarte a tus tareas con más foco y determinación.

Cómo funciona el Método Monje

Los principios del Método Monje se basan en la austeridad y la eliminación de distracciones durante un periodo determinado para multiplicar la productividad. Se despeja el espacio de trabajo, se aleja el teléfono móvil y se minimiza el ruido con infinidad de trucos, como ambientar el espacio con música tranquila. Además, se puede combinar con el uso de otros métodos, como el Pomodoro o el Comerse una rana.

Además, debes estar totalmente concentrado en las tareas programadas. Elabora una lista el día anterior con lo que tienes que hacer y, si mientras trabajas se te ocurre otra cosa, anota tareas nuevas en una lista para el día siguiente u otro momento.

Además, el Método Monje propone el siguiente protocolo para exprimir sus ventajas al máximo:

1. Elaborar una lista de tareas el día anterior.
2. Levantarnos temprano.
3. Trabajar en Modo Monje durante el periodo estipulado (puedes comenzar con treinta minutos, pero lo recomendable es hacerlo durante dos horas).
4. Tomar un descanso para practicar deporte.
5. Trabajar el Modo Monje por segunda vez.
6. Una vez hayamos terminado las tareas principales, podremos revisar el correo y completar las labores más urgentes que hayan surgido.

Con este método, podremos recuperar hasta 3 horas que habríamos perdido de seguir siendo víctimas de la procrastinación.

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Si quieres recuperar el control de tu vida, ya tienes las pautas para lograrlo: simplifica tu entorno, elimina distracciones y concéntrate en tus tareas. ¡Pronto cumplirás tus metas con el Método Monje!