Hace pocos días el Ministerio de Sanidad levantaba todas las restricciones que todavía pesaban sobre los centros escolares. Así que, tras 2 años, la vuelta al cole también vuelve a la normalidad.

“Tras un año de incertidumbre por la Covid-19, en el que familias, docentes y empleados de centros escolares han hecho un gran esfuerzo, nos encontramos ante un nuevo curso con muchas dudas”. La vicepresidenta segunda de la Asociación Española de Pediatría de Atención Primaria (AEPap), la doctora Teresa Cenarro, resume así las consultas que trasladan algunas familias en los días previos a la vuelta a las aulas, en el que será el primer curso sin medidas específicas anti-covid. 

“La incidencia de Covid-19 está a la baja, pero no sabemos qué pasará cuando vuelva el frío, a lo que se unen las informaciones sobre nuevos virus emergentes y brotes epidémicos, como el de la viruela del mono, que se ha extendido rápidamente por Europa. Esto aumenta la incertidumbre”, señala el vicepresidente tercero de AEPap, el doctor Gorrotxategi. 

Ante esta situación, AEPap ha consensuado una serie de recomendaciones para que las familias encaren este curso 2022-2023 con algo menos de incertidumbre. 

Los niños de seis o más años con síntomas catarrales leves pueden usar mascarilla.

Medidas de protección general en la nueva normalidad

El descenso de la incidencia de la Covid-19 en los últimos meses hace que se contemple con cierto optimismo el inicio del nuevo curso escolar. Pero el frío, el incremento de las interacciones sociales y de las actividades en interiores son situaciones que facilitarán no sólo el contagio de la Covid-19 sino de otras infecciones de transmisión respiratoria.

“Tras una relajación de las medidas anti-covid en el verano, en el nuevo curso escolar, no parece necesaria ninguna medida de protección especial en los centros escolares”, explica el doctor Gorrotxategi. 

“Aunque las mascarillas, distancia de seguridad, restricción de la movilidad, etc., han contribuido a reducir la incidencia de enfermedades infectocontagiosas, no parecen necesarias en el momento actual”, comenta.

Sin embargo, sí lo son “medidas de protección generales, para la Covid-19 y otras infecciones”. 

Las precauciones recomendadas por lo pediatras para evitar el contagio de cualquier tipo de virus respiratorio son las siguientes: 

• Continuar con el lavado de manos, ya sea con gel hidro alcohólico o con agua y jabón.

• Seguir con lo que en pandemia se conoció como ‘higiene respiratoria’, es decir, tapar la boca con pañuelos desechables, o bien con el codo, al toser y estornudar. Esta es la mejor forma de evitar que las manos sean vehículo de transmisión de infecciones.

• Realizar actividades en el exterior cuando las condiciones climáticas lo permitan.

• Ventilación adecuada de los interiores en los centros educativos.

• Es recomendable que los menores enfermos, por ejemplo, si han presentado fiebre la noche o el día anterior, no acudan al colegio hasta que desaparezcan los síntomas.

• Los niños de seis o más años con síntomas catarrales leves pueden usar mascarilla facial durante unos días, hasta que sus síntomas mejoren. No solo en el colegio, también en otros ámbitos. De esa manera se asegurará la protección de los abuelos, que tantas veces se hacen cargo de ellos, y a otras personas especialmente vulnerables.

• La AEPap, como recomendación general frente a las infecciones, apoya la lactancia materna y no consumir tabaco en hogares con niños.

• Y por supuesto, llevar el calendario de vacunación al día. 

Los pediatras recomiendan mantener al día el calendario de vacunaciones. Ministerio de Sanidad

Principales infecciones en el ámbito escolar

Aunque todo gire en torno al coronavirus, los pediatras de Atención Primaria recuerdan que el colegio puede ser un escenario de contagios de otras infecciones comunes. 

“En los primeros años de escolarización, los niños sufren con frecuencia otras infecciones como la conjuntivitis, catarros, bronquiolitis, gripe y gastroenteritis aguda”, explica la doctora Cenarro. 

“La bronquiolitis afecta a tres de cada cuatro de los menores de dos años. También la gastroenteritis por rotavirus afecta, sobre todo, a los niños más pequeños. Ambas enfermedades se dan, en general, entre los meses de octubre y febrero”, comenta la pediatra. 

Ante esta situación, como cada inicio de curso, los pediatras recomiendan mantener al día el calendario de vacunación, con todas las inmunizaciones recomendadas por los pediatras para los niños y demás miembros de la familia. 

“Las vacunaciones del rotavirus (para lactantes menores de seis meses) y la gripe (a partir de los seis meses de edad) están incluidas en los calendarios vacunales oficiales solo para algunos niños de más riesgo; la del rotavirus, para los nacidos prematuros y la de la gripe para los que padecen otras enfermedades de riesgo (cardiopatías, inmunodepresión, etc.). Pero ambas vacunas pueden ser usadas en todos los niños, a la edad correspondiente de cada una, pare mejorar la protección natural frente a estas infecciones”, asegura el doctor Hernández-Merino, portavoz de AEPap en vacunas y asesor del Comité de Vacunas de la Asociación Española de Pediatría (AEP).

El doctor Gorrotxategi recuerda que la pandemia “ha producido un descenso de las vacunaciones infantiles y, por ello, enfermedades que son poco frecuentes desde hace unas décadas, podrían regresar. Es el caso del sarampión, que puede tener consecuencias graves, o incluso de la poliomielitis, terrible enfermedad que produce muertes y parálisis que, como se ha visto en Londres y Nueva York, si se descuida su vacunación, puede incluso reaparecer en países occidentales”. 

El riesgo de la viruela del mono es muy bajo en los colegios.

El riesgo de la viruela del mono es muy bajo en los colegios

Este inicio de curso, otro virus emergente ha acaparado titulares, el de la viruela del mono. “La palabra ‘viruela’ nos devuelve al siglo XVII cuando se extendía por todo Europa, con una mortalidad cercana al 25%, causando el fallecimiento de miles de niños. La viruela del mono ha estado presente en África desde hace décadas. Este año, inesperadamente, la enfermedad se ha extendido por buena parte de Europa. Sin embargo, mientras que, en el continente africano, tradicionalmente, se ha asociado a una mortalidad importante y mayor riesgo en niños, en Europa está mostrando una mortalidad mucho menor en todas las edades y en la que los niños apenas se ven afectados”, explica el doctor Gorrotxategi. 

“La inmensa mayoría de los casos transcurren de forma leve y necesitan solo cuidados generales y aislamiento para evitar el contacto directo prolongado, que facilita la transmisión a otras personas”, añade.

El riesgo de la viruela del mono en los colegios es “realmente muy bajo”, afirma. El principal mecanismo de transmisión está siendo el contacto muy próximo y prolongado piel con piel, lo que hace improbable la transmisión en el centro escolar. 

“El aislamiento de los enfermos en sus domicilios, hasta que los síntomas desaparecen, es la medida necesaria, y que hace que la actividad en las escuelas no sean un entorno de riesgo especial para esta enfermedad. No debe ser un motivo de preocupación importante en los colegios”, concluye.

Por último, AEPap anima a las familias y a los niños a encarar con ilusión el comienzo del nuevo curso escolar. “La actividad de los centros escolares, el aprendizaje y la interacción con los demás niños y la comunidad educativa, la actividad física y los deportes, junto con el retorno a las rutinas familiares, pueden ser fuente de crecimiento y felicidad de los niños”, asegura la doctora Cenarro.