Allá por el año 1999 surgió en Europa la iniciativa de celebrar una semana de la movilidad. Hasta hace relativamente poco tiempo, muchos no entendían la necesidad de este tipo de iniciativas. Pero su relevancia desde un punto de vista no sólo medio ambiental, sino de salud, es cada día más patente.

Sólo hay que tener en cuenta un dato trascendental facilitado por la OMS:

  • El 91% de la población vive en lugares donde la calidad del aire supera los límites de contaminación recomendados.

Nuestro modelo de movilidad actual es uno de los principales generadores de emisiones CO2.

Según el Ministerio para la Transición Ecológica y el Reto Demográfico, el transporte representa el 25% de las emisiones totales de gases de efecto invernadero en España, de los cuales el transporte por carretera representa casi el 95%.

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Ante estos datos, la necesidad de impulsar iniciativas de movilidad más sostenibles para reducir las emisiones y mejorar la calidad del aire se hacen más evidentes.

Una de ellas es el uso de la bicicleta, un medio de transporte cada vez más extendido. A este respecto, son muchas las ciudades que impulsan la construcción de infraestructuras urbanísticas que favorezcan su uso, puesto que se trata de un medio saludable y sostenible.

Según los últimos datos del Barómetro de la Bicicleta en España, elaborado por la DGT y RCxB (Red de Ciudades por la Bicicleta), más de la mitad de los españoles de entre 12 y 79 años utilizan la bicicleta con alguna frecuencia.

Una cifra que supone un aumento de casi 4,5 millones de usuarios desde el 2009, y que demuestra que las dinámicas de transporte están cambiando hacia un modelo más saludable y sostenible.

Medios de transporte alternativos

Pero existen otras alternativas como el uso del patinete eléctrico, el transporte público o, simplemente, caminar, una alternativa doblemente beneficiosa pues este ejercicio contribuye tanto a la preservación del entorno como al cuidado de la salud, especialmente de la cardiovascular.

Según las recomendaciones de la OMS, es necesario dedicar como mínimo 150 minutos (dos horas y media) semanales a la práctica de actividad física aeróbica de intensidad moderada, aunque si es posible recomienda subirlo a 300 minutos (5 horas) por semana.

Para los expertos en salud de Sanitas, se trata de un objetivo alcanzable ya que con una caminata diaria de 6.000 pasos al día se cumplimentarían estas recomendaciones saludables ejerciendo una mejoría del estado físico, al mismo tiempo que se generaría un impacto positivo en el entorno.

Aunque la opción de desplazarse a pie no siempre es viable, sobre todo en las grandes ciudades, siempre existe la posibilidad de recorrer, al menos, una parte del trayecto a pie.

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Beneficios para la salud de las personas y la del planeta

La aportación al medio ambiente que podemos hacer utilizando estas formas de transporte alternativas al coche tiene además beneficios físicos y mentales. Estos son algunos de ellos:

  • Ciudades más limpias: la bicicleta, los vehículos eléctricos o los recorridos a pie son opciones que no contaminan. Pero, además, contribuyen a disminuir el ruido provocado por los automóviles de combustión.

Utilizarlos contribuye a reducir la contaminación ambiental, con lo que esto supone para evitar enfermedades asociadas a la mala calidad del aire, como los ataques al corazón, el ictus, el cáncer de pulmón y las enfermedades respiratorias.

  • Ayuda a combatir el cambio climático: Al reducir o eliminar la emisión de gases contaminantes, se contribuye también a frenar otros problemas como el efecto invernadero y el calentamiento global que están provocando el cambio climático.
  • Mejora el estado de ánimo y reduce el estrés: Pedalear o caminar ayuda a reducir el impacto emocional de la tensión y el estrés generados por el ritmo de vida del día a día.

Como explica Margarita Carrasco psicóloga de BluaU de Sanitas:

"Al hacer deporte, nuestro cuerpo genera endorfinas. Dichas hormonas son las encargadas de disminuir la sensación de dolor, aliviar la sintomatología ansiosa y depresiva, y, además, son las responsables de mejorar nuestro bienestar emocional. El Estudio de Sanitas sobre bienestar emocional detectó que el 37% de los españoles sufrió algún tipo de sensación de angustia y malestar emocional, y los paseos en bicicleta pueden ayudar a aliviar estos síntomas".

  • Beneficios para la memoria: Al tratarse de un ejercicio aeróbico, la actividad física derivada de caminar o utilizar la bicicleta incrementa el flujo sanguíneo que llega a partes muy específicas del cerebro, lo que ayuda a mantener una buena memoria y actividad mental.
  • Calidad de sueño: Aprovechar los desplazamientos del día a día para mover el cuerpo y mantener un estilo de vida activo puede ser muy beneficioso para conseguir un sueño reparador. Porque mediante el ejercicio se segregan diversas hormonas que aumentan la relajación corporal y mental. Además, ayuda a detener las preocupaciones diarias, debido a que se trata de una actividad que requiere concentración, aliviando así la carga mental. Todo ello contribuye a mejorar la calidad de sueño y, en conjunto, mejora el bienestar emocional.
  • Evita la obesidad y controla los niveles de colesterol: ayuda a controlar o reducir el peso y evitar así la obesidad.

Como explica Jesús Hernández, entrenador de BluaU de Sanitas:

"El ejercicio físico habitual aumenta la tasa metabólica, activa nuestros músculos y es capaz de quemar grasa corporal cuando lo combinamos con una buena nutrición, lo que evita la aparición de posibles problemas como el colesterol o la hipertensión. Se trata de una actividad perfecta para mantenerse activo sin realizar un alto esfuerzo, además se puede practicar a cualquier edad y condición física".

  • Fortalece todos los músculos: aunque pudiéramos pensar que con estas actividades se fortalecen solo los músculos de las piernas, lo cierto es que al pedalear, caminar e incluso al montar en patinete eléctrico se activan los músculos de los glúteos, los cuádriceps, y las pantorrillas. Pero también la parte delantera de las caderas, así como los músculos abdominales para mantener el equilibrio.

Y no hay que olvidar que también se activan y refuerzan los músculos de los brazos y los hombros al sostener el manillar o al moverlos de manera natural cuando se camina.