SALUD PÚBLICA

Los tatuajes son peligrosos para la salud, ¿qué hay de verdad? ¿es seguro tatuarse?

Con la evidencia científica de la que se dispone hasta el momento no se puede afirmar que tatuarse no sea seguro. Por eso la Agencia para la Investigación del Cáncer de la OMS ha abierto un portal investigar al respecto.

¿Qué riesgos para la salud tienen los tatuajes?

¿Qué riesgos para la salud tienen los tatuajes? / EFE/ Rodrigo García

Alrededor de un 30% de los españoles de entre 20 y 40 años se ha realizado al menos un tatuaje. Una práctica milenaria que lejos de pasar de moda cada vez es más demandada. Y más allá de los efectos adversos detectados a nivel cutáneo como hinchazón o picor que son muy poco frecuentes, poco o nada se sabe del efecto que la inyección de estas tintas puede tener en el organismo. 

Con el fin de avanzar en este terreno, la Agencia para la Investigación del Cáncer (IARC) dependiente de la Organización Mundial de la Salud ha creado un sitio web con el fin de investigar los posibles efectos de los tatuajes en el desarrollo de enfermedades a largo plazo, incluido el cáncer. 

¿Son seguras las tintas utilizadas para tatuar?

Las tintas utilizadas para los tatuajes está compuestas por entre un 10 y un 40 % de pigmentos “insolubles o poco soluble en agua”. Dependiendo del color, estos pigmentos pueden ser “una mezcla de pigmentos inorgánicos (principalmente tintes industriales) y/o pigmentos orgánicos”, explican desde la agencia.

El resto de la tinta suele estar formado otros ingredientes como agua o alcohol, pero también por dispersantes, plastificantes o aditivos. Así, “las tintas para tatuajes, que consisten en pigmentos de color diluidos en un líquido portador, pueden contener hasta 100 productos químicos”, señalan desde la IARC. 

Sustancias químicas que no son sometidas a las pruebas de seguridad habituales que se realizan con medicamentos y cosméticos. Salvo en Europa, donde desde hace un año están determinados los límites de concentración para sustancias químicas peligrosas en productos de consumo, no hay más controles al respecto. 

En algunas ocasiones las tintas pueden incluir sustancias, como los hidrocarburos aromáticos policíclicos, las aminas aromáticas primarias, metales como plomo, arsénico, níquel o cadmio, clasificadas por la IARC como cancerígenos o posiblemente cancerígenos. 

Con la evidencia científica disponible hasta el momento no se puede afirmar que tatuarse no sea seguro.

Con la evidencia científica disponible hasta el momento no se puede afirmar que tatuarse no sea seguro.

Pero hay que ser prudentes puesto que esta consideración de cancerígenos procede de estudios centrados en la exposición a ellos de forma oral, dérmica o respiratoria (uso industrial) o “a través de la inhalación de humo de tabaco o en otros productos de consumo, como tintes para el cabello”. 

Lo cierto es que nunca se ha estudiado lo que supone la inyección de pequeñas cantidades de estas sustancias químicas a través de las agujas de los tatuadores. Con lo que no es posible determinar si esta forma de absorción puede “causar daños y mutaciones en el ADN”. 

Lo que sí se sabe es que la mayoría de los pigmentos del tatuaje no se quedan en solo en la piel “sino que se transportan a los ganglios linfáticos adyacentes y, potencialmente, a otros órganos”. 

De ahí el interés de la Agencia para la Investigación del Cáncer para determinar la cantidad mínima de estas sustancias introducidas a través de los tatuajes afecta a la estructura del ADN y al desarrollo celular. 

Entonces ¿es seguro tatuarse?

Con la evidencia científica de la que se dispone hasta el momento no se puede afirmar que tatuarse no sea seguro. “Actualmente, no existen ‘listas positivas’ de tintas para tatuajes. Esto significa que las reglamentaciones existentes, si las hay, son "listas negativas" que prohíben sustancias peligrosas conocidas, en lugar de "listas positivas" que permiten sustancias seguras”, explican desde la IARC. 

Lo que si recomiendan los expertos es que antes de tomar la decisión de tatuarse se tengan en cuenta algunas cuestiones: 

  • Pensar primero qué tipo de diseño se quiere para no arrepentirse al poco tiempo.
  • Buscar a un tatuador que cumpla con la normativa sanitaria vigente. 
  • Asegurarse de que las tintas estén homologadas en España o Europa, puesto que como hemos visto somos los únicos que limitan la cantidad de determinadas sustancias en las tintas. 
  • En cuanto al color, la IARC recomienda optar por el negro, ya que suele llevar menos ingredientes en su composición. Por el contrario, los colores rojizos 
  • Quedarse con la marca, el número de registro sanitario o el lote de la tinta usada, por si surgiera cualquier tipo de problema posteriormente. 
  • Hay que saber que, además que contienen más ingredientes, los tonos amarillos, azules claros y blancos son más difíciles de eliminar.