PSIQUIATRÍA
¿La cuesta de enero puede acabar generando depresión? Consejos del psiquiatra para prevenir
La depresión en invierno es un fenómeno reconocido dentro de los trastornos afectivos estacionales (TAE). Y hay que saber que esta patología se acentúa muy especialmente en el mes de enero
La resaca de las navidades, el frío, los días con poca luz, el largo trimestre que espera por delante son algunas de las causas que provocan que enero se haga muy cuesta arriba para muchos y pueda acabar en depresión.
Tal es así que según los datos que aporta el doctor Víctor Navalón, psiquiatra del Hospital Vithas Valencia 9 de Octubre:
- "La depresión en invierno es un fenómeno reconocido dentro de los trastornos afectivos estacionales (TAE). Una patología que en enero se acentúa especialmente".
Durante estos días las dietas para recuperar el peso perdido en navidades o la vuelta a la actividad física están al orden del día, pero pocos se acuerdan de la necesidad de prestar atención a la salud mental.
Tal como subraya el doctor Navalón:
- “Igual que es importante cuidar nuestro cuerpo, también es esencial cuidar nuestra salud cerebral para conseguir vivir con calidad, energía y alegría".
- "Acaban las fiestas navideñas y la vuelta a la rutina puede ser difícil de afrontar ya que la Navidad es un período especialmente excitante de celebraciones y reuniones con amigos y familiares, y ese vacío se palpa en enero”.
Comenta que “además, supone para muchas personas el fin de unas vacaciones, más o menos largas. Esto sumado a menos horas de luz, peor tiempo y la ‘resaca’ emocional de los períodos festivos crean la atmósfera perfecta para la melancolía y depresión”.
Por eso, si llegamos a caer en la depresión, “es clave ponerse en manos de un profesional y buscar un diagnóstico clínico para saber el origen de la depresión. No será lo mismo un trastorno afectivo estacional, más o menos paulatino, que hablar de una depresión mantenida en el tiempo. La consecuencia de estos cambios, en según qué circunstancias, puede ser un detonante al que conviene prestar atención”.
Consejos para que la cuesta de enero no desemboque en una depresión
Evitar llegar a ese estado depresivo muy propio de este largo mes de enero es el objetivo de las recomendaciones que ofrece el psiquiatra:
- Disfrutar del aire libre.
Aunque haga frío es importante salir al campo o cualquier zona verde. Así, además de salir de los ambientes contaminados en los que la gran mayoría de la población vive, el cerebro se oxigena.
Y es que como explica el doctor Navalón, “el cerebro consume un 20 por ciento del oxígeno del cuerpo y, gracias a ello, nos brinda energía y habilidades cognitivas”. Por eso la oxigenación es esencial para la salud mental.
- Realizar ejercicio.
Los más indicados, según el experto, son el ejercicio aeróbico, porque ayuda a la generación de neuronas, y el ejercicio cardiovascular para hacer que el corazón lata más rápidamente, lo que proporcionará un mayor beneficio cerebral.
- Hidratarse correctamente.
Aunque resulte sorprendente, la deshidratación incide directamente en la salud cerebral. La razón está en que la falta de agua interrumpe procesos esenciales de óptimo funcionamiento del cerebro.
¿Y qué cantidad debemos beber? Pues según la OMS la ingesta de agua adecuada para cada persona ronda "un litro por cada 35 kilos".
- Dieta mediterránea.
Alimentarse bien es clave para el cerebro. “De hecho, cada vez es más evidente la relación directa entre una buena nutrición y el desarrollo del mismo”, señala el especialista.
Es importante mantener la ingesta de:
- Frutas
- Verduras
- Legumbres
- Semillas
- Cereales enteros
- Frutos secos
- Pescados azules
- Grasas de calidad.
Así que mucho cuidado con las dietas restrictivas a las que se someten muchas personas tras las fiestas.
- Leer
Nada más sencillo y al alcance de cualquiera. Porque la lectura estimula la actividad cerebral y fortalece las conexiones neuronales. “Además, son varios los estudios que señalan leer como un elemento clave para aumentar la reserva cognitiva”, añade el experto.
- Socializar.
Modifica el funcionamiento del cerebro, ya que se activan un mayor número de neuronas y con más intensidad si estamos bien acompañados. Así que hay que fomentar nuestras relaciones sociales de una forma saludable.
- Salir de casa.
Con el frío y la falta de luz tendemos a quedarnos en casa más de lo necesario, pero debemos evitarlo. “Conversar con gente y estar al día ayuda a tener un cerebro joven. Participar en asociaciones, clubs o realizar un voluntariado puede ayudar también a establecer nuevas relaciones”, aconseja el psiquiatra.
- Evitar el sedentarismo.
Fomentar las actividades que requieran un entrenamiento mental y buscar cosas nuevas que impliquen una novedad y desafío intelectual.
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