Ana Ramil.A CoruñaConocer gente, entablar una amistad e incluso enamorarse a golpe de click y sin necesidad de salir de casa es lo que ofrecen miles de páginas de internet -chats, foros, neetmeeting, blogs, agencias on line- que se han convertido en un verdadero filón para aquellos que no consiguen pareja por las vías tradicionales. Una nueva forma de ligar que perjudica a las agencias matrimoniales de toda la vida. Es el caso de la agencia coruñesa Enlaces, donde reconocen que su clientela ha descendido entre un 30 y un 40% en el último año debido a la expansión de internet. Algunas empresas se han visto obligadas a cerrar pero las que resisten guardan un as en la manga: buscar pareja a sus clientes de una forma seria, segura y con garantías."Entablar una relación con alguien a través de la red es toda una aventura porque nunca sabes quien se encuentra al otro lado. Las agencias ofrecemos ciertas garantías ya que las personas que le presentamos a nuestros clientes han pasado un cuestionario, nos han acreditado su estado civil... Somos una especie de filtro que en internet no existe", resalta el gerente de la agencia gallega Lazos, Jorge Jiménez, quien asegura que en su caso, el número de clientes se mantiene estable. Por ello, quienes acuden a las agencias matrimoniales son personas "selectas, exigentes y que vienen buscando una amistad o una relación estable", señala la directora de Enlaces, Juana Pedroana. "Tienen muy claro lo que quieren", añade Jiménez.Lejos de ser gente reservada o con problemas para relacionarse, los usuarios de este tipo de empresas son personas cuyos hábitos se alejan de los círculos sociales donde conocer gente. "Hay personas que se centraron en sus estudios o su vida profesional, que sus amigos se fueron emparejando y que ahora no tienen muchas posibilidades para relacionarse", señala Jiménez, quien añade: "También hay personas que no encuentran lo que quieren al salir de noche, que ven que de fiesta no van a conseguir una relación estable, sólo un rollo".El grueso de clientes se centra entre los 30 y 45 años, aunque estas agencias reciben peticiones a cualquier edad. "Nosotros tenemos un límite por debajo, no cogemos a nadie menor de 30 años porque consideramos que todavía puede conseguir una relación por otras vías. Pero por arriba no hay un tope, hay clientes de más de 70 años", señala Pedroana.A cada edad, un motivo diferente para llamar a la puerta de una agencia matrimonial. "Los menores de 30 son gente que se ha quedado fuera de su círculo de amigos, de 35 a 50 suelen ser divorciados que quieren rehacer su vida y a partir de 50, gente que no llevan bien la soledad ", señala Jiménez, quien recuerda que pese a que el nombre les precede, "casi nadie que llega a la agencia busca el matrimonio".El sistema de la agencias matrimoniales es similar al de hace veinte años. Cada cliente paga una matrícula -que oscila entre los 200 y 300 euros- que le da derecho a entrar en la base de datos del centro y a tantas presentaciones como sean necesarias. Como único requisito, permanecer en el archivo al menos seis meses e informar si se encuentra feeling con alguno de los clientes.Para garantizar la máxima seguridad, estas empresas exigen la fotocopia del DNI o una acreditación del estado civil del cliente, entre otros documentos. Además, cada afiliado rellena un cuestionario con el perfil de persona que está buscando: físico, aficiones o rasgos de personalidad... Algo que debe responderse sinceramente ya que en él radica la clave para encontrar a su alma gemela. "Con los datos en la mano, buscamos en el archivo qué personas podrían encajar con el cliente", señala el responsable de Lazos. Una vez localizados los posibles candidatos, llega el momento de la cita. Los beneficiarios no tienen que preocuparse de nada ya que la agencia organiza el encuentro sin ningún tipo de coste adicional. "Tras el encuentro, nos comentan qué les ha parecido la otra persona. Si todo funciona, ahí termina nuestro trabajo y si no se sigue presentando a gente hasta encontrar a la persona ideal", señala Jorge Jiménez. Los índices de éxito -entre el 70 y el 80%, según las agencias coruñesas- les avalan pero la red les roba clientes cada minuto.La red, un negocio en augeUn negocio en auge que genera más de 30 millones de euros en beneficios al año, sólo en España. Son las páginas para encontrar pareja en internet que se han multiplicado en los últimos años al igual que sus usuarios.Sólo en Galicia, más de 142.000 personas recurrió a este sistema para entablar relaciones durante el pasado año, según datos de Meetic España, la compañía líder en este sector que abarca el 58,1% del mercado. El 70% de estos internautas eran hombres, entre los 45 y 54 años.Por provincias, A Coruña fue el lugar donde más personas se animaron a buscar pareja on line, con un total de 64.871 inscritos en estas webs. De ellas, el 29% tenía entre 45 y 54 años; el 20% entre 35 y 44; el 23% entre 25 y 34; el 22% entre 18 y 24 y el 5% más de 55 años. A continuación se sitúa Pontevedra, con 51.017 internautas, Ourense (14.046) y Lugo (12.823). En todas ellas, la franja de edad más habitual es entre los 18 y 24 años.La mayoría de estos internautas afirma que tiene un estado civil sin compromisos (soltero, separado, divorciado o viudo) y se atribuye titulaciones universitarias o puestos de directivos y ejecutivos en empresas. Además, incluyen una fotografía para completar su perfil.Utilizar estas páginas para buscar pareja tiene un coste de hasta 30 euros aunque los primeros encuentros suelen ser gratuitos y las mujeres, al ser minoría, disfrutan de descuentos especiales. En Galicia, las mujeres sólo representan el 30% del total de usuarios mientras que la cifra se eleva al 40% en el conjunto del país.Internet es un método sencillo y rápido para relacionarse que cada vez gana más adeptos entre los jóvenes. Más de la mitad de los menores de 24 años cree que la red es el medio "más útil para entablar relaciones además de para pasar ratos de ocio y el estudio". Sin embargo, sus sistemas para ligar son diferentes a los de sus mayores. Frente al chat, los adolescentes optan por el Messenger.