estudio de la British Columbia University

Las prácticas religiosas influyen poco en la felicidad de los niños

EFE

Es la espiritualidad, entendida como sistema de confianza interior de una persona, el factor más importante para que los niños sean felices, seguido de su temperamento.

La investigación, liderada por Mark Holder y publicada en el último número de la revista "Springer's Journal of Happiness Studies", consistió en analizar la felicidad de 320 niños de entre 8 y 12 años procedentes de cuatro colegios públicos y dos religiosos a través de cuestionarios que rellenaron ellos y sus padres.

Los niños más felices son los que sienten que su vida tiene sentido y los que desarrollan relaciones interpersonales más profundas (ambas características de la espiritualidad).

Diversos estudios han relacionado la religiosidad y la espiritualidad con la felicidad de adultos y adolescentes, pero existen pocas investigaciones hechas con niños.

Por ello, el equipo de Holder investigó la influencia de estas dos características sobre la felicidad infantil.

Los aspectos personales íntimos, como la autoestima y la concepción del sentido de la vida, y los comunitarios, la calidad de las relaciones personales, son los factores más determinantes en la felicidad de un niño.

También el comportamiento es importante: los niños más sociables y menos tímidos son más felices.

Sin embargo, explican los investigadores, las prácticas religiosas (rezo, meditación y participación en los rituales eclesiásticos) tienen muy poco efecto sobre la felicidad de los más pequeños.

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