a partir de 2009

Los astrónomos quieren convertir el Camino de Santiago en un tránsito sin contaminación lumínica

EUROPA PRESS

Así, lo explicó a Europa Press el director del Planetario de Pamplona y astrónomo responsable del área de contaminación lumínica del AIA en España, Fernando Jáuregui, quien apuntó que la iniciativa, que se denomina 'El Camino de las estrellas', de momento se encuentra "en fase de proyecto", aunque pretende desarrollarse desde Puente La Reina (Navarra) hasta Santiago de Compostela, mediante la transformación del alumbrado a uno más eficiente energéticamente, a largo plazo.

La Vía Láctea puede observarse en el cielo nocturno de España. Su nombre proviene de la mitología griega, y en latín significa 'camino de leche' por su apariencia: una banda de luz o manto lechoso que rodea el firmamento. En realidad, se trata de polvo y miríadas de estrellas que forman una discontinuidad entre unas zonas más claras que otras. En el cielo es conocida por los peregrinos como el 'Camino de Santiago', porque se dispone en sentido este-oeste, que es la orientación del Camino en el norte peninsular.

TESTIGO FIEL DEL CIELO

"De momento es una idea, que el Camino no sólo tenga su reflejo en la Tierra, sino que de alguna manera se proteja el del cielo, que es la Vía Láctea. Lo interesante es que ésta se visualiza en aquellos puntos del Camino en los que no hay contaminación. Es un testigo fiel del grado de pureza del cielo", comentó Jáuregui.

Precisamente, este fin de semana astrónomos profesionales y aficionados se reunieron en la Plaza Mayor de Madrid para reivindicar medidas de reducción de la contaminación lumínica en España. En este sentido, Jáuregui indicó que en los últimos diez años ésta ha aumentado "una barbaridad", y que es necesario el cambio de las farolas para ahorrar energía y prevenir la contaminación lumínica.

"Se encuentra en todos los lugares donde hay farolas, y se ha agravado con el incremento de hectáreas urbanizadas, ha afectado al consumo de energía y se han multiplicado las farolas, que hay más de una por habitante en muchos lugares", señaló al tiempo que resaltó la situación de Canarias, un enclave "casi único en el mundo" por su escasa contaminación lumínica.

Además, apuntó que comunidades como Cataluña, Baleares, Navarra, y Cantabria presentan normativas para la reducción de la contaminación lumínica, y autonomías como Aragón que las rechaza. "La normativa española es muy laxa y muy mala, y no la controla. Esta contaminación ha seguido creciendo a pesar de las escasas normativas nuevas", añadió.

Por su parte, el investigador del CSIC del Instituto de Astrofísica de Andalucía (IAA), José Luis Ortiz, apuntó que este fenómeno se ha constatado "de manera más considerable" en algunas ciudades de la zona costera. Así, la contaminación lumínica tiene una mayor presencia en las grandes urbes y poblaciones costeras del Mediterráneo, Cantábrico, y Atlántico. "El derroche energético en España es enorme. Iluminamos muchísimo más que nuestros colegas europeos, que saben administrar los medios", indicó.

El presidente del Comité Español de Iluminación, Fernando Ibáñez, afirmó que en España ya se han comenzado a corregir nuevas instalaciones, aunque "falta mucho camino por recorrer" porque las administraciones no disponen del capital suficiente para modificar todas las "luminarias esféricas".

"El uno de abril entra en vigor una nueva reglamentación para reducir la contaminación lumínica que esperemos que sea capaz de ayudar en esta situación. Sin embargo, se necesitan importantes cantidades de dinero para la reforma, ya que las administraciones son propietarias del 95 por ciento del alumbrado nacional", concluyó.

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